Un año atrás, el Papa, al igual que hizo con Scholas ahora, mandó una nota a la Conferencia Episcopal prohibiéndole que le pida apoyo económico al Gobierno de Cristina. |
Si algo podemos aprender de esta polémica en torno a la negativa del Papa Francisco a que la Fundación Pontificia Scholas Occurrentes acepte 16 millones de pesos de parte del Gobierno Nacional, es que el Presidente Mauricio Macri comete el mismo error que el kirchnerismo: atribuirle al Santo Padre un encolumnamiento polÃtico.
Ni Bergoglio era un ferviente antikirchnerista antes, ni Francisco es un antimacrista ahora. Cuando desde sus homilÃas, con un mensaje pastoral, el entonces Arzobispo marcaba las falencias del sistema polÃtico, económico y social de la Argentina, Néstor y Cristina Kirchner lo tomaban como ataques personales; incluso daban crédito a la injusta campaña difamatoria sobre su actuación durante la dictadura. Mientras tanto, desde el antikirchnerismo, era aplaudido a rabiar y citado en los discursos de los dirigentes opositores como el faro moral del paÃs.
Hoy, en sentido inverso, el gobierno se siente atacado ante cada gesto referido a la Argentina. Si recibe a Hebe de Bonafini, una de sus más acérrimas crÃticas en el pasado, como gesto de misericordia dando un ejemplo de poner la otra mejilla y cerrar un capÃtulo de desencuentros, le llueven las crÃticas del antikirchnerismo. Pero si el estratega polÃtico del Presidente, el Sr. Durán Barba habla en tono más que ofensivo sobre el valor del Papa como lÃder espiritual, si la aliada polÃtica más importante de Cambiemos dice que Francisco le da vergüenza como cristiana, o si la dirigente social emblemática del Pro es incitada a recordar un episodio sobre su visita a Roma donde no pudo saludar al Santo Padre, parecieran ser legitimados por un sector de la sociedad.
Quiero recordar sólo dos episodios del pasado reciente para entender el pensamiento coherente del Papa. Uno es del dÃa de la entronización de Bergoglio en la silla de Pedro. Cuando el entonces Jefe de Gobierno Mauricio Macri no fue invitado en la comitiva de la Argentina que encabezaba la Presidenta, Francisco lo mandó a buscar a su ubicación en la Plaza San Pedro y le dio un trato preferencial como a los jefes de Estado.
La segunda tiene que ver con una actitud que tiene poco más de un año. El Papa, al igual que hizo con Scholas ahora, mandó una nota al Presidente de la Conferencia Episcopal prohibiéndole que le pida apoyo económico al Gobierno de Cristina Fernández de Kirchner, para la organización del Congreso EucarÃstico que se está realizando en la provincia de Tucumán. Sin embargo, aquello no tuvo la amplificación mediática que tiene ahora la misma actitud de evitar los aportes económicos que pueden malinterpretarse polÃticamente.
De mis charlas tanto con el entonces Cardenal y con el ahora Papa, me queda claro dos cosas: que no va a aflojar en el señalamiento del sufrimiento de los más débiles de la sociedad ni al sistema que los margina y que le duele la división que provocan unos y otros. Antes y ahora.
Kirchneristas y antikirchneristas pretenden meterlo en el medio de la pelea polÃtica en la Argentina. Depende de todos los argentinos que el camino del encuentro que él tanto anhela para nuestra patria y para el mundo, no esté muy lejos de alcanzarse.
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Subestiman a los lectores, que solos pueden analizar y formarse opinión sobre este tema.
Además, Bergoglio es argentino, supuestamente nos conoce bien a todos, y en definitiva es un hombre y se ha equivocado en varias cosas. Esos errores podrian aceptarse mas en otro Papa de cualquier lugar del mundo.
Con mas razón, quien intenta convencernos con esta nota, también se equivoca y mal....diría además que tampoco es muy original, son muchos que intentan "enroscarnos".
Debe haber algún lugar desconocido, donde cientificamente enseñan a mentir, pero por desgracia a los argentinos nos mintieron tanto, que muchos están vacunados.
Coincido en que, en su labpr pastoral, enviara un Rosario a Milagro Sala, o que reciba a pecadores de cualquier laya, siendo que yo también lo soy, y no podría tirar ni una piedra pequeñita, puedo entender también desde ese lugar, que reciba a una delincuente irreverenta como Bonfini, pero -siempre un pero- creo que muchas de esas reuniones o audiencias, no deberían ser públicas, dado que su Santidad no puede desconocer la repercusión que tendrán, ni su inteligencia superior, que pueden ser usadas políticamente en forma artera, poniendo en su boca, palabras que nunca haya dicho, e hiriendo entonces la sensibilidad de muchos. Por último, acompañando la visión de quien escribió la nota, puedo decir que Francisco tuvo otro gesto de suma importancia para con el Presidente Macri, y fue que por primera vez en 600 años, en su carácter de Jefe de Estado Vaticano, recibió a otro Jefe de Estado divorciado en compañía de su mujer tambien divorciada, y el gesto -dado el protocolo del Vaticano- si bien no fue trascendente, no fue menor.