Industria
Tierra del Fuego, su potencial intacto
Por Gustavo Ventura
La baja en la barrera arancelaria generará en los hechos la caída del régimen fueguino, pasando de un modelo industrial a uno de importación.

Tierra del Fuego vive uno de los momentos más difíciles en su historia. Es sin dudas una de las provincias más afectadas por las políticas llevadas adelante por el gobierno nacional de Mauricio Macri, acompañado por su socia local, la Gobernadora Rosana Bertone.

Si bien descartaron, debido a la gran presión social en Tierra del Fuego, la derogación de ley 19.640 que se impulsaba desde algunos sectores del gobierno nacional, la baja en la barrera arancelaria generará la caída del régimen en los hechos.

Este cambio de reglas planteado por el Gobierno, de un modelo industrial a uno de importación, no altera en realidad el negocio de las empresas basadas aquí en Tierra del Fuego, ya que ellos pueden adaptarse a esta nueva forma, moviendo la variable más terrible para el pueblo, que es el empleo. No necesitan ya operarios en fábricas, alcanza con un puñado de personas manejando un depósito que reciba productos importados y los distribuya.

Desde el Gobierno Nacional apoyan la idea que si se importa bajarán los precios de la electrónica y crecerá el consumo. La realidad es que esto es falso y ya lo vemos con el precio de los productos que se dejaron de fabricar en Tierra del Fuego: los precios son iguales o superiores al precio que tenían antes de la apertura de las importaciones. Por otro lado, tampoco creció la venta de estos productos debido a la baja en el consumo, producto del desempleo creciente, la inflación y la eliminación de planes de pagos como el "Ahora 12" que intentaran resucitar próximamente.

Por otra parte, desde el Gobierno nacional y el provincial de Tierra del Fuego no generan para los industriales (ahora importadores) ningún incentivo para que los empresarios resignen el margen de utilidad extraordinario sobre dichos precios, siguen siendo ellos los titulares de las franquicias de las marcas, poseen los recursos de capital, logísticos y de personal necesarios para, en conjunto, seguir formando los precios de la electrónica que dejen de fabricar y pasen a importar mientras que el Estado solo mira sin acción alguna.

En consecuencia, no es destruyendo el sub régimen industrial de la ley 19.640 como habrá de bajarse el exorbitante precio de los productos electrónicos en la Argentina, sino generando políticas que intervengan en la formación de precios y sus costos. El Estado debe analizar sin dudas los impuestos, tasas y la presión fiscal a las industrias y retail que comercializan estos productos, como así también, los industriales deben ser controlados en sus márgenes de rentabilidad. Controlando estos ítems no veo necesario el despido de un solo trabajador sino todo lo contrario, creo que la industria fueguina tiene un gran futuro y más grande será si construimos un gobierno provincial que ponga en valor la ley 19.640 en su totalidad y pida a la nación que deje ingresar nuevos actores dentro del Área Aduanera Especial de Tierra del Fuego, autorizando nuevas inversiones y prohibiendo a los accionistas radicados importar de terceros países lo que se comprometieron a fabricar aquí, a la par de que regulemos razonablemente la barrera arancelaria para estimular la industria. Ello implicaría una puesta en valor del sub régimen industrial, debidamente normado.

Una de las situaciones que más molesta a los fueguinos es la subestimación que se tiene por parte de esta alianza ya explícita del gobierno nacional con el provincial sobre el pueblo, generando informaciones falsas y de una improvisación que asusta, diciendo que la matriz económica de la provincia debe cambiar a energías renovables o turismo.

Esto es completamente inviable, estas actividades económicas no son primarias y no lo serán por mucho tiempo, son activadas económicas secundarias, el sector de energías renovables o el turismo no pueden absorber los 12.500 empleados de las fábricas, con una capacitación totalmente distinta a la necesaria.

La realidad es que lo que quieren avalar es el cambio de la estructura del negocio de las industrias, pasarlo de producción a importación, donde la primera variable que se reciente es el empleo, generando despidos como está pasando y pasará.

Hoy la sociedad fueguina se enfrenta a un problema social muy serio que genera la falta de empleo y de futuro. Entre 40.000 y 50.000 personas viven directa o indirectamente de esa actividad industrial, en una provincia que tiene una población total que no supera los 170.000, y ya se perdieron 6.700 puestos de trabajo, lo que significa una caída del 14,9 % de caída del empleo registrado los últimos 15 meses, según datos oficiales del Ministerio de Trabajo y del SIPA (Sistema Integrado Previsional Argentino).

Mi visión es que el sub régimen industrial está más vigente que nunca en este momento del mundo, lo que debemos generar son las acciones y decisiones políticas necesarias para que funcione y sea no solo parte de la producción de productos electrónicos sino también de otros tipos de productos generando también PYMEs que rodeen las actividades principales, y esto será un generador de empleo directo e indirecto formidable reactivando el motor económico provincial rápidamente. Tierra del Fuego y su ley 19640 no son un gasto para Nación, todo lo contrario si se implementa correctamente. Lo que digo es que no confundamos la incapacidad de los gobernantes y legisladores de Tierra del Fuego para poner en valor la ley 19640 con que no funcione.

Entiendo que es momento de entender que Argentina es un país industrial, que esto no debe ponerse más en duda con gobiernos como el actual, tenemos la capacidad instalada, historia y matriz industrial que debemos fomentar y trazar planes a medio y largo plazo, empezando desde nuestra provincia formalizando una posición opositora firme y concreta a las políticas del gobierno provincial y nacional que no velan por el bienestar y futuro de los fueguinos, todo lo contrario, se llevan puesta la provincia y los derechos de quienes la habitamos, donde el pueblo argentino todo se ve afectado también, no solo por el precio de los bienes que podemos producir aquí, sino también porque el que en estas tierras haya actividad, empleo y futuro para los argentinos va de la mano con el cuidado de la soberanía de nuestro territorio, buscado y querido por otros países por nuestros recursos hidrocarburíferos, cercanía con la Antártida, agua potable y muchas cosas más. No sería bueno en 10 años estar marchando por Tierra del Fuego como se marcha y se reclama hoy por Malvinas, y para esto la ley 19640 es pieza vital.

Debemos comenzar a dar el debate para ofrecer una alternativa política seria y de cara al fueguino, como yo veo el tema hoy se define en una gran polarización política, o Bertone o Tierra del Fuego.

Publicar un comentario
Para enviar su comentario debe confirmar que ha leido y aceptado el reglamento de terminos y condiciones de LPO
Comentarios
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellas pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento de terminos y condiciones será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.
Más de Gustavo Ventura

Tierra del Fuego: Desorden generalizado, caos garantizado

Por Gustavo Ventura
La provincia requiere, para ser viable, un nuevo esquema económico.

Tierra del Fuego, en la promoción

Por Gustavo Ventura
Aunque no la derogue, el Gobierno destruye la promoción industrial. Lo que nos proponen es que abandonemos la isla por que no hay ni habrá empleo.

La industria fueguina, un modelo a defender

Por Gustavo Ventura
Mauricio Macri en campaña, hace sólo un año, hablaba de lo bueno de la Ley de Promoción Industrial, la misma que hoy desalienta con sus políticas y haciendo lobby.