La reciente colocación de deuda soberana nominada en dólares por parte del gobierno nacional con jurisdicción local y de deuda corporativa de YPF también nominada en dólares nos dice mucho respecto a la situación de nuestra economía.

El gobierno nacional colocó deuda por poco más de 1.400 millones de dólares por la que el país pagará una tasa de casi 9% anual. Esto confirma que el problema no es el acceso al financiamiento, sino su costo. A los argentinos hoy nos prestan plata al doble de tasa que los mismos inversores están dispuestos a prestarles a los hermanos uruguayos, a los hermanos bolivianos o a los hermanos peruanos. Kenia casi en el mismo momento que nuestro país colocó deuda soberana a casi la mitad de la tasa que pagaremos nosotros.

¿Y el desendeudamiento? ¿No era malo endeudarse? Tiempo atrás el actual Ministro de Economía, calificó despectivamente como papagayos a quienes sosteníamos que había que aprovechar la coyuntura internacional para obtener financiamiento para realizar obras de infraestructura. En una columna publicada en este mismo medio con el título de “2105: el año del papagayo” yo planteaba que este año iba a estar marcado por la emisión de deuda, y que el gobierno con el mismo énfasis que defendió el desendeudamiento en su momento iba a defender exactamente lo contrario. Y eso es lo que estamos viendo. ¿Cuál será el destino de la nueva deuda? Supuestamente obras de infraestructura y engrosar lógicamente las reservas del Banco Central.

Lo que antes era condenable, ahora es revolucionario. ¿Qué cambió? El gobierno se quedó sin reservas y ya no hay mucho margen para financiar vía emisión por el déficit fiscal. La necesidad de invertir en infraestructura venía de antes. ¿El déficit habitacional es un fenómeno del 2015? ¿Qué sector de la infraestructura no necesitaba inversiones durante los años en que se consideraba inteligente no tomar deuda y había un exceso mundial de dólares?.

¿Por qué nos cobran a los argentinos mas del doble que a otros países vecinos? ¿Por qué nosotros pagamos un 9 % cuando hay países que hoy se endeudan a tasas nominales negativas? Porque los argentinos estamos pagando los errores de nuestros gobiernos.

Insultar al juez de la jurisdicción que voluntariamente elegimos para emitir títulos puede que le arrime votos a la Presidenta pero nos cuesta caro a los contribuyentes. Cuando le decimos a quien quiera escucharnos que nuestro gobierno no piensa respetar los fallos de la justicia que voluntariamente eligió si son desfavorables, no le estamos mandando un mensaje sólo a los fondos buitres, le estamos diciendo a TODOS los tenedores de nuestros bonos que sólo vamos a respetar los fallos que nos gustan, y que los fallos que sean desfavorables (dictados en cualquier jurisdicción) no los vamos a acatar.

Ese nacionalismo infantil quizás sea música para los oídos de los pibes para la liberación, pero la sociedad lo termina pagando caro. Esta emisión de deuda nos muestra parte del costo de tener gobiernos que atentan contra el sentido común. Podríamos ahorrarnos, al menos, la mitad de los intereses su tuviéramos instituciones que funcionen mejor. Cristina no inventó el riesgo país argentino, sería injusto suponer que empezó con ella. Pero, ¿Qué hizo para bajarlo?.

Supuestamente ganamos una década, le torcimos el brazo a los buitres, desendeudamos al país y estamos mas sólidos que nunca. Si todo esto es cierto, ¿Por qué pagamos el doble que nuestros vecinos que no tienen la suerte de tener a La Cámpora defendiendo a los intereses nacionales?.

Si el mundo “envidia” nuestros progresos, ¿No tendríamos que pagar tasas menores que el resto? Cristina nos habla de un mundo en crisis, pero todos los países que estarían, según ella, en serios problemas se endeudan a tasas mas bajas que nosotros. Es cierto que la tasa de la deuda soberana no es el único indicador por el cual se evalúa un país, pero mucho dice respecto de la confianza que despiertan dentro y fuera de sus fronteras las instituciones de ese país.

Cuando un país hace las cosas razonablemente bien, tiene la posibilidad de endeudarse a tasas lógicas. La Presidente acaba de sostener por cadena nacional que le parecen razonables las tasas que estamos pagando. A ella le parece razonable que los contribuyentes argentinos tengamos que afrontar intereses de la deuda que, al menos, duplican a los que pagan nuestros vecinos.

Párrafo aparte merece la colocación de deuda por parte de YPF. ¿Se acuerdan que Cristina dijo que YPF tendría un directorio profesional pero la conducción política sería ejercida por ella? ¿Se acuerdan cuando Cristina sostuvo que es una locura que un juez municipal de New York decida sobre nuestra deuda? ¿Se acuerdan cuando decía que ella no iba a prorrogar nuestra jurisdicción porque era una cuestión de soberanía nacional?.

¿Hace falta que yo le diga estimada/o lectora/or dónde colocó deuda la YPF nacional y popular conducida políticamente por Cristina? Exacto, en New York.

Si el país lo conduce alguien que un día dice algo y al día siguiente y con la misma convicción nos pide que aplaudamos exactamente lo contrario, es bastante lógico que no despierte mucha confianza.

Para atraer inversiones no hace falta ser un “espía del establishment” pero sí hace falta ser coherente. Para pagar tasas “bajas” por nuestra deuda hace falta conducir al estado con responsabilidad y sentido común. Tan acostumbrados estamos a hacer exactamente lo contrario, que hasta para algunos es “razonable” endeudarse al doble del costo que pagan nuestros vecinos. Delicias de la revolución cristinista.