Editorial
La oportunidad del veto
Por Dante Augusto Palma
Tras el veto a las retenciones, sectores autodefinidos republicanos no toman en cuenta el uso de esta facultad en países con instituciones sólidas, auguran un Congreso inmovilizado por "vetocracia" y no observan que, de ser verdad que un 70% votó contra Kirchner, la nueva composición de las Cámaras les permitiría torcer la voluntad presidencial.
Como consecuencia del veto presidencial al artículo que eximía del pago de retenciones a buena parte de los productores del territorio bonaerense, han aparecido un conjunto de slogans que, probablemente, serán moneda corriente de los tiempos que se avecinan.

Con más agudeza retórica que consistencia teórica, se ha afirmado que con la nueva conformación del Congreso, desde diciembre de 2009, tendremos una “vetocracia” o “congreso cerrado por veto”, ante la posibilidad de que CFK eche mano a ese recurso constitucional para trabar las iniciativas que provendrán de cámaras donde el oficialismo ya no tendrá mayoría absoluta.

Quienes ensayan estos titulares inmensamente valorados por zócalos encaprichados en caer en ridículas descontextualizaciones, se reivindican republicanos frente a la afrenta populista que avanza sobre diferentes espacios cuyo rasgo común sería la profundización de nuestra sempiterna debilidad institucional.

Asimismo, y como parte de esta línea argumentativa, se suelen exponer algunos casos ejemplares de calidad institucional y seguridad jurídica: Chile y Estados Unidos.

Sobre este punto me permitiré marcar un aspecto interesante que la estrategia comparativa ayudará a comprender: en los sistemas republicanos presidencialistas existen diferentes variantes en lo que respecta a la relación legislativo-ejecutivo.

Así, por ejemplo, en la gran mayoría de los países, si bien son las cámaras las facultadas para legislar, el poder ejecutivo tienen la posibilidad de promulgar decretos.

Esta atribución del Presidente, claro está, puede ser juzgada como una forma de pasar por encima del poder legislativo pero está pensado para los casos en los que las iniciativas del ejecutivo se ven continuamente trabadas por una mayoría parlamentaria adversa.

En cierta literatura académica, a la posibilidad de decretar se la considera de carácter “proactiva”. Sin embargo, no se puede dejar de soslayo que existe un plano “reactivo” que también es potestad del ejecutivo y es la posibilidad de vetar.

En este punto hay sutiles diferencias entre los distintos países: generalmente, el presidente tiene poder de vetar la ley promulgada por la legislatura pero esto supone que la ley regresa a las cámaras y que, si estas obtienen una x cantidad de votos podrán imponer esa decisión al ejecutivo.

Restringiéndonos a la órbita americana, las constituciones de Brasil y Colombia indican que ante un veto presidencial, si la legislatura logra una mayoría absoluta, es decir, 50% + 1 de los votos, deberá respetarse esa voluntad y no habrá posibilidad de veto alguno.

En cambio, un país como el nuestro es un poco más exigente e indica que deben reunirse dos tercios de las cámaras para poder insistir y torcer la decisión presidencial de vetar. En el medio de estas opciones se encuentra otro referente favorito de los republicanos argentinos, Uruguay, que exige 3/5 partes de la legislatura.

Estas diferencias permiten a algunos afirmar que el caso de exigencia de una mayoría absoluta supone que el ejecutivo tiene un poder de veto “débil” pues no es tan dificultoso para una legislatura poder llegar a esa cifra e imponerse al ejecutivo. Con este mismo criterio, se indica que un caso como el argentino supone un poder de veto “fuerte” pues llegar a dos tercios de las cámaras no es una tarea fácil.

Con buen asidero hay quienes observan en esta clasificación una demostración más de que el nuestro es un sistema con un presidencialismo fuerte que, en manos de un poder hegemónico puede agigantar su preponderancia.

Sin embargo olvidé mencionar los únicos dos casos a lo largo de toda Latinoamérica que resultan idénticos a Argentina. Seguramente se trate de países con una larga tradición populista, con una calidad institucional débil y proclive a ser tomada por asalto por caudillos autoritarios.

Efectivamente, se trata de la chavista república de nuestros hermanos chilenos y la protomarxista-leninista constitución de los Estados Unidos de Norteamérica vigente desde hace más de 200 años.

El poder presidencial en estos países, visto desde la perspectiva del veto y del requisito de obtener 2/3 de las cámaras para torcer la decisión del ejecutivo, es similar al que confiere nuestra Constitución pero allí, a los hombres de la democracia no se les ocurre hablar de autoritarismo ante un gobierno que decida eventualmente hacer uso de esa facultad.

Por otra parte, en la coyuntura particular de la Argentina, si es correcta la aseveración de los exégetas del voto ciudadano, después del 10 de diciembre, las cámaras reflejarán ese 70% de hombres y mujeres que le dijeron No a Kirchner.

De ser así, no habría posibilidad de “congreso cerrado por veto” pues se podría llegar holgadamente al 66,6% requerido para quebrar la vetocracia K. La oposición tendrá una buena oportunidad para dejar de lado los personalismos y unirse frente al “terrorismo de los Kirchner”.

Por ello, el 10 de diciembre, el cuerpo legislativo bien podría tatuarse en el cuello el lema “al igual que la crisis, veto es oportunidad”.
Publicar un comentario
Para enviar su comentario debe confirmar que ha leido y aceptado el reglamento de terminos y condiciones de LPO
Comentarios
Los comentarios publicados son de exclusiva responsabilidad de sus autores y las consecuencias derivadas de ellas pueden ser pasibles de las sanciones legales que correspondan. Aquel usuario que incluya en sus mensajes algun comentario violatorio del reglamento de terminos y condiciones será eliminado e inhabilitado para volver a comentar.
  • 6
    Edgar
    09/09/09
    17:59
    EN realidad no entiendo porque este diario electronico soporta columnistas tan flojos y de opinion tan poco edificante.
    Responder
  • 5
    alf
    05/09/09
    20:04
    ah me olvidaba. pedi que te incluyan en el grupo de intectuales k de carta abierta, asì podes escribir para defendes grandes intereses populares y nacionales como el justificativo de la toma de la comisaria de d`elia, etc...
    Responder
  • 4
    alf
    05/09/09
    19:59
    es vergonzozo leer semejante disparate respecto a la justificacion del poder de veto. en resumen se pretende considerarlo bueno por si mismo porque otros paises con instituciones fuertes lo tienes es de una torpeza intelectual alamante. lo importante, considerando que en la argentina el ejecutivo tiene una muy fuerte presencia en el legislativo producto de nuestro sistema electoral, es que es lo que se voto y porque razon se lo veta. lo importante lara afianzar las instituciones es el respeto del fundamento de la decision institucional y no de la decision oportunista y temporal del presidente de turno.
    Responder
  • 3
    tutan come on
    04/09/09
    01:58
    En nuestro país se critica por "h" o por"B" a los estados unidos pero por otro lado se lo pretende equiparar con el manejo y respeto a las instituciones.
    Pero hay algo que nos diferencia y nos diferenciara siempre del gran pais del norte.
    Y con un ejemplo simple basta.
    Ellos echaron a un presidente por....MENTIR
    Nosotros estamos busando todavia a un sólo político que diga aunque sea una vez en la vida...UNA VERDAD
    Dificil que el chancho vuele, no es cierto ?
    Por eso insisto... todos son iguales.
    Hay que buscar renovación total.
    Y para ello se necesita que el 30% promedio que nunca va a votar se decida a meterse en política y que la gente del interior decida volver al federalismo y hacerse escuchar y proceda de una vez en contra de este sistema unitario con un gobierno central que avasalla todo, y que ha sumido al interior en la pobreza.
    Hasta que no lleguemos a eso vamos a seguir de mal en peor.
    Responder
  • 2
    Leonardo
    03/09/09
    19:24
    La verdad es que tus notas son de una vacuidad y una ampulosidad de lenguaje que estremece, justamente porque no decís nada de sustancia.

    Hoy usás una montaña de ejemplos para argumentar que el veto existe en otros lugares. Qué novedad. Ni te molestás en contar cómo se lo ejerce.

    Lo peor: tu conclusión -después del despreciopor quien piensa distinto que destilás- es incorrecta. Republicano y demócrata no sos, pero exégeta aún menos pues, en su defecto, habrías entendido en tu Biblia que el 10.12 cambia la mitad de Dip y un tercio del Sen. Por lo tanto, de ningún modo se llegaría holgadamente a los 2/3.

    La vetocracia, si se verifica, será por la imprudencia y la arbitrariedad infundada en el uso del veto. Veremos si esta presidencia se atreverá a ejercerlo para torcer la voluntad democrática.

    Que te mejores.

    Responder
  • 1
    Santi
    01/09/09
    21:14
    NO sólo agudo y certero, sino gracioso, tb?
    Muy bueno, Dante!!

    Un abrazo grande!
    Santi
    Responder
Más de Dante Augusto Palma

BCRA: el Vaticano Económico Argentino

Desde esta semana se decreta el nacimiento del Vaticano Económico Argentino, un poder soberano al interior del Estado argentino y al que se denominará BCRA. ¿Desde cuándo Redrado se erige en un Príncipe soberano? Los flashes y debates estériles nos impiden dar la discusión sobre el funcionamiento de la entidad monetaria.

Breve manual para criticar lo que se hace bien

Kirchner tiene razón: la oposición y "la gente" terminan apuntando contra las políticas sociales, el rol del Estado, la protesta social, la Ley de Medios y las nacionalizaciones, acaso los mayores logros del gobierno. Los principios del Manual.

El Alfonsín que queremos

La muerte del ex presidente ha logrado la veneración e idealización de todos los actores de la sociedad. Pero detrás se esconden una serie de mitos sobre su figura y, en especial, su accionar en la política concreta.

El anacronismo totalizante

Antes que sus dislates sobre la seguridad y la juventud, el error de Abel Posse radica en el sostenimiento de una ideología totalizante y lineal incapaz de reconocer la complejidad de una sociedad que ya no puede ser explicada por antinomias anacrónicas

El demonio y el fraude

La oposición recurre al discurso del fraude, estrategia peligrosa y que no tiene incidencia relevante, para deslegitimar la contienda electoral. A esto se le suman encuestadores como Giaccobe que, además de darle 6 puntos más que Kirchner a De Narváez, dice que la clave es la fiscalización. Paradójicamente el fin del kirchnerismo estará cuando se deje de demonizarlo.

El destino transversal

Contrariamente a la opinión mayoritaria, la clave de supervivencia del kirchnerismo no es un deslizamiento hacia la moderación sino la radicalización de una agenda de centroizquierda que reedite la transversalidad y permita un consenso acotado que incluya a los representantes del progresismo en las Cámaras.