El miércoles, un día después de la gran manifestación en Plaza de Mayo, el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, recibió en su despacho a un grupo de representantes de productores frutícolas vinculados principalmente a Federación Agraria (FAA).

El encuentro se hizo público dado que la entidad federada lo difundió un día después mediante un comunicado de prensa. La cuestión es que llamó la atención la ausencia de los directivos de la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén.

Se trata, en rigor, de una entidad clave que se puso al hombro la protesta en el microcentro porteño junto a la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME) con quien vienen reclamando desde hace varios años por la situación crítica de los productores de la zona del Alto Valle.

Un dato no menor es que dicha Federación de Río Negro y Neuquén es quizás la más representativa del sector dado que está compuesta por 19 cámaras de productores. De hecho, el mismo día de la protesta entregaron un petitorio en la Casa Rosada consensuado por todas las organizaciones.

"A nosotros no nos llamó nadie. Había trascendido que nos iba a recibir Mauricio Macri o Ricardo Buryaile; pero nada de esto ocurrió. Recibieron a sus amigos", se quejó José Figueroa, presidente de la Federación de Productores de Fruta de Río Negro y Neuquén.

Lo cierto es que en la reunión con el ministro de Agroindustria estuvieron Omar Príncipe (FAA), Erik Muñoz (FAA), Pablo Castel (FAA), Sebastián Hernández y Carlos Borochi (Cámara de Allen), Juan Oller (Cámara de Avellaneda) y Carlos Zanardi (Cámara de Fernández Oro).

Por tal motivo, el miércoles en la presentación de Marcos Peña en el Congreso, la diputada rionegrina del FpV, María Emilia Soria, increpó al jefe de Gabinete mostrando una manzana de origen chileno y reclamándole que reciba a los productores.

En el encuentro entre Buryaile y este grupo de frutícolas se analizó lo que adelantó LPO en relación a la posibilidad de crear por Ley un Instituto que regule el sector y garantice un precio sostén para los productores de peras y manzanas.

En tanto, la mayoría de las encuestas realizadas luego de la protesta coinciden en que la principal medida que debería tomar el Gobierno es disminuir la carga fiscal al sector, mientras que un porcentaje menor pide aumentar subsidios y cerrar importaciones.

En este contexto, a pesar del alto grado de visibilidad que tomó el reclamo frutícola tras la manifestación en Plaza de Mayo, muchos son pesimistas respecto a que la Casa Rosada encuentre mecanismos para aliviar en el corto plazo la crisis del sector.

Cabe recordar que, mientras los productores de peras y manzanas reciben alrededor de 3 pesos por kilo (el costo de producción se calcula en $ 4,50) en las góndolas de los supermercados ambos productos se venden a no menos de 30 pesos.