El Gobierno
mendocino logró reunir este lunes a los 13 legisladores nacionales por Mendoza
–los 3 senadores y 10 diputados– en una movida política casi sin antecedentes,
para unir fuerzas en un reclamo al gobierno de Macri: La demorada eliminación
de impuestos al champagne (vinos espumantes).
En la reunión, realizada en la gobernación mendocina, se pudo ver a la camporista Anabel Rodríguez Sagasti, junto al superministro Enrique Vaquié y al ex vicepresidente Julio Cobos, departiendo amablemente sobre la crítica situación de la industria de espumantes y la manera de lograr que de una vez por todas, el Congreso elimine el polémico impuesto interno a los vinos espumantes.
El gobernador Alfredo Cornejo, volvió a demostrar así que si bien es una liado político del presidente Mauricio Macri, no tiene problemas en marcarle al gobierno nacional las urgencias de su provincia, como cuando cruzó recientemente a las autoridades de YPF por haber disminuido los niveles de inversión en Mendoza.
El problema de los espumantes martiriza desde hace más de 10 años a los viñateros y bodegueros mendocinos.
El acuerdo
La idea que se trabajó en el encuentro de este lunes es que los legisladores nacionales mendocinos, partan con un borrador de proyecto de ley bajo el brazo y lo militen en sus bloques, sean estos oficialistas u opositores.
Las fichas estarán puestas en una propuesta del radical Luis Borsani, que cambia el impuesto por inversión en el sector vitivinícola por parte de los empresarios beneficiados. Esta opción surgió luego de que la Cancillería protestara por el proyecto del ex senador peronista Adolfo Bermejo, con media sanción de la Cámara Alta, por la controvertida inclusión de la palabra “champán”, siempre en discusión por una cuestión de denominación de origen que los franceses defienden con ferocidad.
La propuesta de Borsani establece que a cambio de no pagar el impuesto se hagan, en la misma proporción y cantidad, inversiones en la industria vitivinícola. “La idea es que desde el punto de vista fiscal, el efecto sea neutro, y desde el social, beneficioso. Esto es porque se traduce en mayor cantidad de empleos, más inversión, mejoras en la cantidad y en la calidad de producción y el consumo no se vea deprimido”, indicó el diputado.
El tema del impuesto interno a los espumantes mantienen en vilo a los bodegueros mendocinos desde 2005. Ese año, comenzó a prorrogarse la exención por 12 meses. Lo hizo Néstor Kirchner y también Cristina, siempre por pedido de los gobernadores mendocinos –Julio Cobos, Celso Jaque y Paco Pérez–.
Este año, en abril, cuando la prórroga estaba a punto de expirar, Cornejo debió intervenir en persona ante Macri. Le explicó que la exención es de unos 500 millones de pesos y que gracias a esa medida, la industria pasó de producir 22 millones de litros a 45 millones.
La prórroga llegó, a último momento, pero el susto fue grande. Ahora Gobierno, oposición y la industria en pleno, irán por una ley que definitivamente elimine el impuesto interno a los vinos espumantes.
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Quiero aportar otra idea, mientras se le da c urso a lo que señala el compañero Dotcom,
Recuperar todos los millones que juntaron la exitosa abogada del sur y todos sus familiares y amigos,
Utilizarlos en cubrir necesidades urgentes.