Marcos Peña concurrirá el miércoles a la Cámara de Diputados a brindar su segundo informe de gestión y espera tanta presión que solicitó más lugar para ubicar asesores.

No le alcanzó con las inmediaciones el salón de los bastones y las galeras, el histórico reducto lindero al estrado, porque a su equipo personal quiere agregarle un asesor por Ministerio. Se ubicarán en un improvisado habitáculo que armarán en el salón de los pasos perdidos.

Peña asistirá por segunda vez a Diputados. Su debut fue en abril y también rompió el protocolo: habló frente al recinto , sin mirar  al presidente de la Cámara; y no usó objetos electrónicos, interesado en diferenciarse de Aníbal Fernández, quien supo marcar tendencia en el Congreso con sus tablets.

El jefe de Gabinete deberá responder cómo acatarán el reciente fallo de la Corte Suprema que frenó el tarifazo de gas a usuarios residenciales. Iniciará la sesión a las 12, con una exposición de 20 minutos, para luego quedarse casi hasta la medianoche, según la hoja de ruta prevista. 

Una vez más el bloque Cambiemos tendrá el mismo tiempo que el FpV-PJ para hacer preguntas: 45 minutos. En abril, los  oficialistas comenzaron el debate con consultas amistosas, que igual le sirvieron a Peña para marcar diferencia: “Que bueno que el bloque oficial pueda hacer preguntas”, se jactó esa vez.

Sin embargo, según pudo saber LPO, unas semanas más tarde no le gustó mucho que los senadores de Cambiemos lo recibieran luego con más de 1000 preguntas, no todas simpáticas.

El interbloque Una, de Sergio Massa, tendrá 35 minutos para preguntar; 20 el Justicialista, de Diego Bossio; 10 para el Frente Progresista y tres para los 8 bloques menores que completan el recinto.

Peña tendrá 20 minutos para exponer al inicio de la sesión y el mismo tiempo para responder a cada bancada. Mario Negri, jefe del interbloque Cambiemos, será el orador de cierre. Nadie sabe a qué hora.