Es evidente que en el gabinete porteño hay buena relación, puesto que ahora además de las reuniones de gabinete que se realizan los miércoles en la Ciudad, los ministros hablan de gestión, entre otras cosas, por un grupo de Whatsapp. Pero el administrador del grupo de chat no sumó a el jefe de gabinete, Felipe Miguel.

A fines de 2015, Eduardo Macchiavelli y Franco Moccia, disputaban al igual que el actual jefe de gabinete ser los sucesores de Larreta en ese puesto.

Sin embargo, este último salió victorioso de aquella batalla tras prometerle a Horacio Rodriguez Larreta que mantendría un perfil bajo y que no saldría en las fotos, algo que contrasta mucho con Macchiavelli y Moccia que poseen un alto perfil y debieron confirmarse con el Ministerio de Ambiente y Espacio Público y el de Desarrollo Urbano y Transporte respectivamente.

Felipe Miguel era uno de los asesores de mayor confianza del jefe de gobierno y mantienen una larga amistad, pero su perfil bajo es tal que incluso algunos legisladores del propio bloque del PRO le conocieron la cara en junio cuando fue a dar informe de gestión a la Legislatura porteña. Con ellos, tampoco logró un buen vinculo. De hecho el ritondista Roberto Quattromano le pidió la renuncia a dos meses de asumir.

Como si fuera poco, el jefe de gabinete, que prácticamente no habla en las reuniones semanales, cobra menos que gran parte de los ministros.