La intendenta Mónica Fein adjudicó al grupo empresario que lideran Daniel Vila y José Luis Manzano el control de la publicidad en vía pública de Rosario y abrió una guerra empresaria que complica su gestión.

Es que la UTE controlada por los mendocinos –propietarios del poderosos diario local La Capital- obtuvo el puntaje más alto y se quedó con la instalación y mantenimiento del nuevo mobiliario urbano de Rosario.

Además, la gestión de la socialista Fein permitiría ahora la propaganda política en el mobiliario urbano, un recurso clave en las próximas elecciones.

El proceso se inició en los meses previos a las elecciones de 2015 y el grupo Vila-Manzano se presentó a través de la firma Metrópolis S.A., representada a nivel local por Claudio Joison.

A fines de 2014, la Municipalidad a través de una comisión de especialistas había lanzado el primer proyecto de pliego para modernizar el "mobiliario urbano de pasajeros y señalética". Se trata de las paradas de colectivos, señales de calles y demás artefactos de uso público, que suelen financiarse permitiendo a las empresas ganadoras controlar el jugoso negocio de la publicidad en vía pública –carteles-.

En el pliego inicial se contempló que las propuestas se valorarían en un 70% por su oferta económica, en un 15% por antecedentes de la empresa y en un 15% por su capacidad económica. Estos requisitos fueron rechazados por Metrópolis y la Subsecretaría de Servicios Públicos del gobierno de Fein dio lugar al reclamo.

Por ese entonces, la intendenta Mónica Fein y el gobierno provincial -ambos socialistas- contemplaban las dificultades que tendrían para imponerse en las elecciones que se llevarían a cabo meses después: de hecho, ganaron por pocos puntos de diferencia. Los históricos rivales del grupo de Vila y Manzano en este negocio son los también mendocinos de Publicidad Sarmiento, que lideran los hermanos Terranova.

Sarmiento también enfrentó objeciones, en su caso impugnaron sus antecedentes, pero luego las autoridades rechazaron las impugnaciones.

En Rosario la oposición sospechó que los socialistas aceptaron modificar los pliegos porque buscaron congraciarse con Vila y Manzano, ya que necesitaban el apoyo de sus medios ante las difíciles elecciones.

Como sea, en el segundo pliego, se dejó de contemplar la capacidad económica de los oferentes, se redujo de 70% a 20% la consideración de la oferta económica y prácticamente el 60% de la propuesta se evaluaría a partir del diseño del mobiliario. Ya en 2016, la Municipalidad a través del Ente de la Movilidad, adjudicó el servicio a Metrópolis que se presentó en unión con Al Sur S.A., propiedad del ex secretario de Medios del kirchnerismo, Enrique "Pepe" Albístur, otro histórico jugador del sector.

Judicialización en puerta

Como sucedió en otras plazas –en la Ciudad de Buenos Aires fue una pelea de años-, la decisión derivó en conflictos judiciales. Competidores como Sarmiento se sintieron perjudicados por el cambio de los pliegos y no descartan reclamar en tribunales. Incluso ya se presentó un amparo para que no se adjudique el contrato, aunque el rumor es que la justicia lo rechazará.

Los perjudicados por la decisión esgrimen un argumento central: “¿Cómo se explica que la comisión evaluadora reconozca que el diseño de refugio que presentó la UTE de Vila-Manzano y Albistur no cumplía con las condiciones del pliego y no se le diera de baja a la propuesta?”, afirmaron a LPO.

Se quejan de que pese a esta objeción, se le dio más de la mitad de los puntos en ese rubro. Puntualmente, la administración de Fein habría aceptado que las paradas de colectivos no fueran interactivas, ni tuvieran señal de wi-fi y sistema "Cuándo llega", como tienen en las principales ciudades del mundo y se contemplaba originalmente.

Ante los reclamos, el proceso se judicializó en un tribunal contencioso administrativo y podría incluso decantar en sede penal. No es poco lo que está en juego, se trata del negocio de la publicidad callejera en la segunda ciudad del país.