A través del decreto de aumento para el gremio de los judiciales, el Gobierno mendocino incluyó un ítem por sobre el presentismo, que determinaba un 15% de beneficio sobre éste si el empleado no faltaba nunca. Y nunca era nunca.

El decreto de la suba por decreto, no contemplaba por ejemplo la maternidad de una trabajadora, o el fallecimiento de un familiar, o el donar sangre. Por esto, la Corte, que viene de malas con Alfredo Cornejo desde que asumió, tuvo que salir a ponerle límites a lo que se llamó “ítem asistencia perfecta”.

A través de una celebrada acordada, el máximo tribunal incluyó una serie de excepciones a la “asistencia perfecta” que había incluido Cornejo. Algo similar ocurrió con los docentes, donde, también por decreto, se determinó que el maestro que no falte a su trabajo, recibirá un pago por el denominado “ítem aula”, lo que se valió al Gobierno provincial varias denuncias, algunas de inconstitucionalidad, y otra ante la OIT (Organización Internacional del Trabajo).

Pero lo cierto es que esta vez, al menos en el ámbito del Poder Judicial, la Corte debió salir a ponerle un límite a un gobernador que “va por todo”, como califican ya a esta altura opositores, oficialistas y aliados circunstanciales de Cornejo.

El artículo 2º del decreto 686/16 contenía el polémico punto de la “asistencia perfecta”. Allí decía: “Determínese la inclusión en el salario de los agentes comprendidos en el artículo anterior un adicional remunerativo y no bonificable, denominado ‘Asistencia perfecta’, correspondiente al quince por ciento (15%) de lo que el agente perciba en concepto de presentismo y que será liquidado mensualmente a los agentes que cumplan con sus funciones todos los días hábiles del mes inmediato anterior. El pago del mismo será efectivo desde el mes de marzo del corriente año”.

Como quedaba claro, no había razón o argumento, ni siquiera de fuerza mayor, que le diera a los trabajadores la posibilidad de no perder ese adicional si faltaban un día hábil del mes.

Este freno a una decisión de Cornejo por parte de la Corte, se suma a otros cortocircuitos. El más grave fue en diciembre, con el radical apenas asumido. En ese momento, y por voto plenario, el máximo tribunal ordenaba que las personas privadas de la libertad rápidamente fueran encausadas, para mantenerlas en esa condición o liberarlas.

La furia de Cornejo fue tal, que en pocas semanas elaboró un proyecto de ley –que hizo aprobar– cambiando el régimen de prisiones preventivas establecido en el Código Procesal Penal de Mendoza.

Ahora, a su vez, con un procurador que ya a anunciado su renuncia, Cornejo busca a un incondicional en ese cargo. “Debe ser alguien compenetrado con la política criminal del Gobierno”, explican desde el Ejecutivo. El perfil que se busca también ha provocado malestar en la Corte, lo mismo que la intención de modificar la Ley de Ministerio Público y hacer que los ayudante fiscal redoblen sus tareas para que los fiscales puedan “estar en la calle”, según el speach oficial.

Pero no sólo la Corte ve con preocupación las movidas de Cornejo. Este miércoles, todo el peronismo –desde los azules, hasta La Cámpora–, representado por la totalidad de los legisladores provinciales, sentó postura y rechazó las modificaciones de Cornejo a la Justicia penal.

Un condimento que también pesa es la situación de la Policía de Mendoza, permanente generadora de noticias negativas para la gestión: desde comisarios acusados de violencia de género que ascienden, a efectivos que se pegan tiros a ellos mismos jugando con un arma.

Tampoco ayudan las llamativas explicaciones de Cornejo respecto al aumento del delito y el remedio que quiere aplicar: “En los últimos años, por el crecimiento económico del país y de Mendoza, no se puede cargar la delincuencia a la pobreza, sino que la delincuencia tiene más que ver con el crecimiento desordenado de la provincia, que ha hecho que los servicios del Estado o lleguen a todos lados, como la seguridad”, según indicó el gobernador en una entrevistas con Jorge Lanata este miércoles.