Estados Unidos
Michelle Obama se llevó la primera noche de la Convención Demócrata
La Primera Dama logró golpear a Trump sin rebajarse y elevar a Hillary en un ambiente inhóspito.

La semana pasada todo parecía ir bien para los demócratas. Después del espectáculo de división, desorden y hasta traición que tuvieron los republicanos, el Partido Demócrata se estaba sintiendo con buenos ánimos para arrancar su convención nacional en Philadelphia, donde finalmente la virtual abanderada Hillary Clinton oficializará su candidatura frente a los delegados de su partido.

El viernes pasado, cuando el Comité Nacional Demócrata probablemente ultimaba los detalles para la convención que arrancó este lunes, 20 mil correos electrónicos internos del comité fueron filtrados a través de Wikileaks, confirmando las sospechas que los seguidores de Bernie Sanders tenían desde hace meses: El comité del partido conspiró para beneficiar a la campaña de Clinton y evitar que el senador por Vermont alcanzara la nominación durante las primarias.

El escándalo ya le costó su puesto a la dirigente nacional del partido, Debbie Wasserman Schultz, quien se vio forzada a anunciar que renunciaría en cuanto la convención finalice. La filtración provocó una movilización importante de seguidores de Sanders en Philadelphia, quienes salieron a las calles a protestar contra el Comité Nacional y a demandar la renuncia de Clinton.

Una filtración masiva de 20 mil mails del Comité del Partido Demócrata confirmó que ese comité conspiró para beneficiar a Hillary y evitar que Bernie Sanders consiguiera la candidatura.

La protesta alcanzó a la propia convención. Bernie Sanders se dirigió hoy a los asistentes para ofrecer su apoyo a Hillary y solicitar a sus seguidores que voten por la ex secretaria de Estado, pero lo que obtuvo fueron abucheos cada vez que mencionaba el nombre de la candidata.

Con todo, Sanders hizo lo que no había estado dispuesto a hacer hace unas semanas: expresar un apoyo abierto y total a la candidata. En la conferencia de prensa conjunta que ofrecieron cuando Sanders declaró que declinaba, el senador se había mostrado más bien parco respecto a Hillary.

A diferencia de lo sucedido en Cleveland la semana pasada, la figura de Clinton y el apoyo a Sanders logró atraer personajes con mejor aceptación en el público que los dos actores que aparecieron apoyando a Trump. La comediante Sarah Silverman apareció en el escenario junto al también comediante y ahora senador Al Franken. Silverman, quien durante las primarias apoyó a Bernie, brindó su apoyo a Hillary y aprovechó para enviar un mensaje a los seguidores de Sanders que se niegan a votar por la ex Secretaria de Estado: “Están siendo ridículos”. “Hillary es nuestra nominada demócrata y votaré por ella con orgullo”.

Bernie Sanders

Por su parte, la senadora Elizabeth Warren, otra favorita mediática de la izquierda en Estados Unidos, también se unió al coro de super estrellas que los demócratas prepararon para su primer día. Warren se concentró no sólo en ensalsar a Hillary, sino en atacar a Trump.

“De un lado”, dijo Warren, “está un hombre que heredó una fortuna de su padre, y la mantuvo engañando gente, evadiendo sus deudas, es un hombre que sólo se preocupa por sí mismo”.

“Del otro lado está una de las personas mas inteligentes, fuertes y tenaces en este planeta. Yo estoy con Hillary”, dijo.

El amanecer de Michelle

Pero la participación estelar de la noche se la llevó la Primera Dama Michelle Obama, quien tomó posesión del recinto con un discurso poderoso e impecablemente ejecutado. Estos eventos tienen la tendencia de construir carreras y hasta presidentes. En 2004 un joven senador relativamente desconocido impactó a la audiencia de la Convención Nacional Demócrata con su participación; cuatro años después se convirtió en el Presidente de los Estados Unidos.

Michelle conquistó al recinto desde el inicio, recordando cómo ocho años atrás, recién llegada a la Casa Blanca, vio a sus hijas pequeñas prepararse para su primer día de clase, subirse a “camionetas negras con esos hombres armados. Y pensé: ¿qué fue lo que hicimos?”. La anécdota tuvo el efecto de hacer reír y relajar a un público tenso.

Michelle continuó hablando de lo que significaba para ella y Barack la crianza de sus hijas y tratar de prepararlas para una vida inusualmente pública: “De cómo las hemos instado a ignorar a aquellos que cuestionan la ciudadanía o la fe de su padre. Cómo el lenguaje de odio que escuchan de figuras públicas en la televisión no representa el espíritu libre de este país. De cómo les hemos explicado que cuando alguien es cruel o está siendo un bully, no debes rebajarte a su nivel”, dijo la Primera Dama en evidente referencia a Donald Trump y a su estilo de discurso.

“Cuando ellos se rebajan”, dijo, “nosotros nos elevamos”. La audiencia estalló en gritos de apoyo para Michelle, quien fue la primera en lograr que no se escucharan abucheos durante su participación.

Michelle Obama se llevó la primera noche de la Convención Demócrata

Obama lanzó una sentencia que resonó en el recinto: “No estamos decidiendo republicano o demócrata, derecha o izquierda. En esta elección –en todas las elecciones, es sobre quién tendrá el poder de moldear a nuestros hijos por los siguiente cuatro u ocho años de sus vidas. Y estoy aquí porque en esta elección solo confío en una persona con esa responsabilidad: nuestra amiga Hillary Clinton”.

En ese momento el auditorio se puso de pie para ovacionar a Michelle Obama.

Más adelante habló de la pobreza de carácter del candidato republicano: “Porque cuando tienes los códigos nucleares en la punta de tus dedos, y al Ejército a tu mando, no puedes tomar decisiones impulsivas, no puedes tener la piel delgada ni una tendencia a reaccionar. Tienes que ser firme y mesurado, y estar bien informado”.

“Sé que ese es el tipo de presidenta que Hillary Clinton va a ser, y en esta elección, yo estoy con ella”, agregó.

Michelle Obama consiguió en quince minutos lo que ni Bernie ni Hillary lograron en un año. Lanzar un discurso poderoso y fresco desde un punto de vista diferente y positivo.

La mujer de Obama reconoció a Clinton como una de esas líderes que agrietan el llamado techo de cristal, o glass ceiling, término que se refiere a los límites invisibles, profesionales y sociales que se imponen a las minorías y a las mujeres. Hillary, dijo la Primera Dama, es de las que “lo rompen y finalmente lo sobrepasan. Alzándonos a todos con ella”.

“Esa es la historia de este país”, dijo Michelle en el momento más emocional de su discurso, “la historia que me trajo a este escenario esta noche. La historia de generaciones de gente que sintieron el látigo de la atadura, la vergüenza del servicio, el ardor de la segregación. Pero que siguieron avanzando, y deseando, y haciendo lo que tenía que hacerse para que hoy yo despierte todas las mañanas en una casa que fue construida por esclavos”.

“No permitan que nadie les diga que este país no es grande. Que de algún modo tenemos que hacerlo más grande otra vez, porque ahora mismo, este es el país más grande del mundo”, concluyó.

Michelle Obama logró en quince minutos lo que ni Bernie ni Hillary pudieron hacer en un año: lanzar un discurso poderoso y fresco desde un punto de vista diferente y positivo. Como en 2004, quizás estamos viendo a una Obama catapultando su carrera política.

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  • 1
    ñandubay
    26/07/16
    20:59
    Ni Trump ni Clinton representan lo mejor de los estadounidenses. Hillary es una asesina emboscada en un vestido de mujer al igual que Obama. Han generado destrucción y muerte por todo el orbe, sobre todo en Africa y Medio Oriente. Trump si gana está por verse, aunque es evidente que siendo republicano, millonario y de derecha, derecha, no se puede esperar ninguna mejora a nivel mundial, aunque no creo que empeore porque directamente se impondría una guerra total entre los poderes internacionales en pugna. Los dos, es decir ambos, representan al sistema industrial-militar-económico-político que seguirá en la senda de fabricar armas de todo tipo a costa de quién sea y con la premisa de emplearlas alli dónde sean necesarias y también dónde no lo sean. Si esta gentuza tuviera un slogan, sería el siguiente: -Mata, asesina y destruye todo lo que puedas, que es excelente negocio y de paso cumplimos con la ley de la limpieza étnica, el genocidio, el exterminio de aquellos considerados enemigos del sistema que se propone para bajar el crecimiento vegetativo de la población - Lpmqlrmp.
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