Los hermanos Garfunkel enfrentan un nuevo
problema empresario, luego del desguace del grupo de medios que construyeron
con Sergio Szpolski. Una deuda impositiva de al menos 112 millones de pesos,
podría derivar en el cierre del Hotel Intercontinental y el Casino Condor, que
tienen en Mendoza.
Harto que no paguen la deuda, el gobernador Alfredo Cornejo dispuso el cierre preventivo por diez días de la sala de juego, ubicada en el Hotel Intercontinental, donde en el 2012 se realizó la Cumbre del Mercosur.
Los licenciatarios del casino Cóndor son, entre otros socios, los hermanos Garfunkel. Según la información oficial, el Grupo Cinco SA, es parte de la empresa KLP Entretenimientos SA y sus dueños son: Rafael Augusto Garfunkel, Víctor Jorge Goldszier, Raúl Ángel López y Pablo Marcelo Goldszier.
Desde hace al menos 4 años, la firma y el gobierno de Mendoza están en conflicto, aunque la gestión del peronista Paco Pérez, pese a numerosas amenazas nunca llegó a suspender la sala. Ahora, con un Cornejo desesperado por recaudar, dio la orden de ser implacable con todo deudor del Estado.
Andrés Peti Lombardi, uno de los gerentes del Instituto de Juegos y Casinos y hombre de extrema confianza de Cornejo, fue el encargado de llevar adelante la suspensión. “Por el momento no hemos recibido ninguna propuesta por parte de la empresa para regularizar sus deudas, por lo que el Gobierno se encuentra a la espera de que justifique sus irregularidades”, explicó Lombardi.
Según el funcionario, Casino Cóndor le debe más de 100 millones de pesos al Estado. Entre esas acreencias hay impuestos provinciales, como los Ingresos Brutos, Inmobiliario, Tasas de Justicia, Tasas de Fiscalización, Impuesto Solidario Educativo y las reiteradas multas derivadas de la situación anterior.
La empresa entró en convocatoria de acreedores hace dos años y desde entonces nunca se interesó por regularizar su situación con el Estado, agregó el funcionario.
Para defenderse, los socios del Casino Condor agitan que el cierre de la sala de juego dejaría sin trabajo a más de 400 personas, ya que su clausura, según los Garfunkel, significaría también la caída del Hotel Intercontinental.
El asesor jurídico de la empresa, Javier Peisajovich, argumentó que es "inexistente" la
deuda de 100 millones. "La deuda
determinada por el juez comercial de Mendoza es de 30 millones", sostuvo
el abogado y dijo que la concesionaria ofreció "el pago según pautas de ATM
en 36 cuotas, pero el fisco no responde ninguna de nuestras
ofertas".
Así las cosas, el Gobierno ratificó que la prohibición de abrir continuará hasta que la empresa no presente alguna propuesta de regularización de las deudas; mientras que los empleados han prometido piquetes y protestas.
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- 118/07/1611:21Lo primero es lo primero, por lo tanto los IMPUESTOS ESTAN PRIMERO. No se debe tolerar el no pago o los impedimentos a clausuras con la excusa de no causar conflictos o despidos de personal. Si se tolera abrimos la puerta a que cada vez mas haya incumplimientos.