El colapso del kirchnerismo amenaza con llevarse puesto uno de los últimos bastiones de la fuerza de Cristina Kirchner en el conurbano: Avellaneda, el territorio del intendente Jorge Ferraresi, uno de los pilares de la resistencia K.

El PRO y un sector del massismo se juntaron ayer y con la ayuda de dos concejales del peronismo disidente dejaron sin quórum al oficialismo, que pretendía aprobar la designación del Defensor del Pueblo.

El paso en falso se dio justo con la llegada de Cristina Kirchner a Buenos Aires -el intendente fue a recibirla y a escoltarla al aeropuerto-, y en medio de las reuniones que mantendrán hoy en el Instituto Patria.

El dato lo aportaron dos concejales que hasta ahora venían votando con el kirchnerismo: Carmen López, la mamá de la diputada provincial Mónica López, y María Balbuena, la ex mujer del ex indentende Baldomero “Cacho” Álvarez, integrado a la pata peronista del PRO en la Tercera Sección y con cuentas pendientes con Ferraresi. 

Doce concejales se levantaron de sus sillas e impidieron que Ferraresi avance en el nombramiento de Laura Garibaldi, la mujer de un concejal “macrista” que juega con el alcalde ultra K para enfrentar a su adversaria interna, la diputada Gladys González.

Lo de López era, acaso, más razonable. Si bien la dirigente había apoyado al intendente para que mantenga el control del Concejo en su nueva gestión, es también cierto que la concejal viene de una lista massista y de hecho tenía un monobloque independiente llamado Peronismo Bonaerense.

El golpe fue más fuerte por la deserción de Balbuena, que era una edil ingresada en la lista del propio Ferraresi, por lo que se trata de una ruptura en el bloque PJ FPV.

Con Recalde, Parrilli y Kicillof en el recibimiento de Cristina este fin de semana.

El sector del massismo que dejó sin quórum a Ferrerasi fue el liderado por José Alessi, que mantiene su línea opositora. Pero el concejal Armando Bertolotto, también del FR, brindó su mano para que el intendente sesione, cosa que finalmente no ocurrió.

El massista Bertolotto siempre bregó por una oposición constructiva, aunque en lo particular el acuerdo fue por haber puesto al defensor adjunto, lo que obligó al edil a mantenerse sentado, según aseguraron fuentes locales.

Así las cosas, al menos ayer el Concejo quedó dividido 12 contra 12, con lo que, en caso de una votación, desempataría Hugo Barrueco, el presidente del Concejo y mano derecha del intendente.

El tema es que el oficialismo debe ahora pelear por una mano extra para volver a sesionar, ya que perdió su mayoría automática.

La excusa de la oposición para evitar el quórum fue que estaban vencidos los plazos para la elección de Garibaldi en la Defensoría del Pueblo. Además de macristas y massistas, se lavantaron los concejales de la UCR y el GEN.

Es que desde la muerte del último ombudsman Wildo Roa a fines de año, se llamó a la presentación de candidatos pero se pasaron los plazos para la elevación de los mismos a las comisiones del Concejo, por lo que la oposición decidió impugnar el proceso y la sesión pasó a un cuarto intermedio.