Mauricio Macri le pidió a su ex cuñado que camine el Conurbano, en otro de los juegos de equilibrismo que el presidente está entretejiendo en el armado del PRO en territorio bonaerense.

Se trata de Hugo Valladares, el ex esposo de Sandra Macri, la hermana del presidente que falleció en 2014.

Valladares, padre de dos de los sobrinos del presidente, sigue conectado a las empresas del grupo Socma y tiene una muy buena relación con Franco Macri, padre del Jefe de Estado (el segundo hijo de su matrimonio con Sandra se llama Franco).

Con Valladares, Macri tejió una relación muy distinta a la que tiene con el segundo marido de su hermana Sandra, el parapsicólogo Néstor Leonardo, quien pidió el juicio oral del ex jefe de gobierno porteño por el caso de las escuchas ilegales.

El ex cuñado de Macri tiene la misión de “cuidar” al presidente en territorio bonaerense, aunque ya estuvo recorriendo la provincia de Córdoba.

La irrupción de Valladares en política confirma la estrategia de Macri para rodear a María Eugenia Vidal de gente de su extrema confianza, con miras a las legislativas del año que viene, trascendentales para el futuro del Gobierno.

El mes pasado, Macri había enviado en una misión similar a su propio hermano Gianfranco, que recibió a cerca de 80 dirigentes del PRO en su exclusivo country de Bella Vista y les avisó que iba a jugar en política.

Para ayudar en el armado bonaerense, Macri también le pidió una ayuda a su amigo Carlos Grosso, ex intendente de Buenos Aires y a su compañero de colegio José Torello, jefe de asesores de Casa Rosada, que encomendó a su hermano Pablo –diputado nacional- el armado de la Cuarta Sección.

De esta manera, Macri busca equilibrar el juego de su primo Jorge, el intendente de Vicente López; de Federico Salvai, mano derecha de Vidal y nexo del gobierno bonaerense con los intendentes y de Emilio Monzó, que tiene mayor llegada a las secciones del interior de la provincia.