El diputado del PRO Eduardo Amadeo intentó repudiar en la sesión las polémicas amenazas del líder de Quebracho, Fernando Esteche, quien pidió derrocar al Gobierno, en un acto que compartió con Gabriel Mariotto y Amado Boudou.

Pero cuando empezó a hablar los diputados de La Cámpora se levantaron de sus bancas a los gritos y aplausos festivos, con la clara intención de impedir que Amadeo se escuchara.

El motivo de la protesta parecía ser que el camporista Martín Doñate no había podido extenderse a los 5 minutos reglamentarios en una cuestión de privilegio contra la titular de la Oficina Anticorrupción, Laura Alonso, que el kirchnerismo quiere interpelar. “Tiene que cumplir el tiempo, como todo”, lo frenó Monzó.

“Córteme si quiere”, lo desafió Doñate y siguió hablando hasta que el presidente de la Cámara no tuvo más remedio que apagar el micrófono.

Ahí empezaron a gritar los camporistas, liderados por Andrés “Cuervo” Larroque y Eduardo “Wado” De Pedro. Y ni bien escucharon que Amadeo hablaba de Esteche elevaban la voz todo lo posible.

“¡Presidente Recalde! ¡Haga algo!”, le pedía Monzó al jefe del bloque FpV-PJ, inmóvil ante la rebeldía de sus jóvenes dirigidos. Siempre apasionado de las asambleas, Axel Kicillof se quejaba con manotazos al aire, sin intención de parar el caos.

Amadeo aprovechó la escena, subió la voz, pero no abandonó su diplomacia. “Tenemos la representación del pueblo, no los palos” sugirió y recordó que los militantes del FpV que intentaban callarlo habían aplaudido a Esteche. 

“Ustedes son parte de la democracia, no se peguen a lo peor de la sociedad. Tengan el coraje cívico de repudiarlos”, los atacó. Pronto se callaron.