La Cámara de Diputados tratará mañana la ley de fomento para las pequeñas y medianas empresas, que hoy tuvo dictamen con varios cambios impuestos por el Frente Renovador y el Bloque Justicialista, las fuerzas elegidas por Cambiemos para negociar leyes.

El dictamen de mayoría mezcló un proyecto de ley enviado por Mauricio Macri con otros  de Sergio Massa y Graciela Camaño; Diego Bossio y Pablo Kosiner (Justicialistas) y algo del de Axel Kicillof. 

Una de las incorporaciones fue la ampliación de los beneficios fiscales a las Pymes alejadas de las zonas portuarias, desfavorecidas por el alto costo de los fletes.

Como adelantó LPO, fue uno de los pedidos de Pablo Kosiner, del bloque justicialista y quedó plasmado el artículo 41, donde se incluye a las MiPyMes nuevas, a las ubicadas en zonas con tasas de desempleo superiores a la media nacional y a las de provincias del norte comprendidas dentro del Plan Belgrano, todas lejos de las zonas portuarias.

Kosiner no tuvo suerte con su otro pedido: aplicar un subsidio por 24 meses a las tarifas de luz y gas que pagan las pymes y representan su principal fuente de egresos.

Más lejos de sus pretensiones quedó el aliado K Carlos Heller, quien pedía retrotraer las tarifas a noviembre de 2015. El oficialismo se comprometió a seguir ese tema en otros proyectos.

La letra fina del dictamen fue acordada por el PRO Luciano Laspina, presidente de la Comisión de Presupuesto; y Marco Lavanga, del Frente Renovador, una dupla ya acostumbrada a reescribir los proyectos del Gobierno.

“No nos pueden llamar con el dictamen preescrito. Para eso ni vamos a votar”, se enfureció el puntano Luis Luisquiños. “Los proyectos se negocian como nunca en el Congreso, pero con un esquema de mayoría. No habrá una bolilla negra del diputado Lusquiños”, lo ubicó Laspina.

Lavagna consiguió varios cambios, como el incremento de las Repro, el programa para financiar salarios de pymes en crisis creado por Carlos Tomada.

También se instruirá a la AFIP para diseñar un esquema simplificado para cancelar impuestos y un subsidio a las pymes que compiten con países limítrofes, ubicada sal norte del país. Otro retoque es la actualización de la definición “Pyme”, en función del alza de costos.

El proyecto contempla un plan de “estabilidad fiscal”, para garantizarle a las pymes estabilidad impositiva hasta 2018.

Se elimina el impuesto a la Ganancia Mínima Presunta para las Pymes a partir del año próximo; y se les permite tomar el 100 por ciento del pago del Impuesto al Cheque como anticipo del pago del Impuesto a las Ganancias, mientras que las industriales, además, podrán tomar  como pago a cuenta de ganancias el 50'% de lo pagado por el impuesto al cheque.

Las micro y pequeñas empresas tendrán 90 días para pagar IVA y habrá un bono de crédito fiscal por inversiones en bienes de capital en obras de infraestructura por hasta 5000 millones de pesos. 

Habrá nuevos instrumentos para que las Pymes puedan acceder al mercado de capitales como el pagaré bursátil o habilitar a las SRL a emitir obligaciones negociables. 

Se crea un consejo Pyme, además de fortalecer la red de agencias de desarrollo productivo, con dependencias municipales. 

Con todo eso, el Frente para la Victoria todavía no está de acuerdo. “No van a cambiar la política económica con beneficios fiscales”, minimizó Axel Kicillof y anunció que aún debía discutir con su bloque qué hacían.