La renuncia de Lionel Messi a la Selección nacional de fútbol luego de perder una nueva final fue uno de los temas principales en la reunión de gabinete que encabezó Mauricio Macri esta mañana en Casa Rosada.

Antes de ingresar a la reunión, el propio Macri aseguró que llamó a Messi para convencerlo de que no deje el seleccionado."Hablé con él para felicitarlo y decirle que claramente habían hecho un gran campeonato. Hace dos campeonatos que no pierden un partido", dijo a la prensa presente en Casa de Gobierno.

Macri dijo que Messi le agradeció el gesto e incluso mencionó la posibilidad de que se vean en persona esta semana.

Luego, el affaire Messi y su impacto en la sociedad fue discutido por los ministros en el salón Eva Perón de Casa Rosada. 

Específicamente se habló además del monólogo que Marcelo Tinelli le dedicó al crack del fútbol en la apertura de anoche de su programa Showmatch. Tinelli es además uno de los candidatos a presidir la caótica Asociación del Fútbol Argentino (AFA).

Macri no fue el único mandatario en darle a la renuncia de Messi el carácter de un problema de Estado: Horacio Rodríguez Larreta apuró la inauguración de una estatua del jugador del Barcelona en el Paseo de la Gloria, ubicado en la Costanera Sur, y repitió el pedido para que no deje la Selección.

La situación del seleccionado de fútbol también fue tema de conversación entre el gobernador de Córdoba y el ministro del Interior, Rogelio Frigerio. “Di María cumplió un ciclo", remató el cordobés.