Mauricio Macri intentó mostrarse como un argentino común y corriente durante la final de la Copa América y se hizo filmar durante todo el cotejo rodeado de su familia y amigos.

El presidente, que decidió no viajar a Estados Unidos para evitar ser tildado de mufa, estaba vestido con la camiseta de la selección con su nombre estampado en la espalda acompañado por su esposa Juliana Awada, su hija Antonia y amigos.

“Nerviosos, mirando el partido”, publicó Macri en Snapchat cuando empezó el partido. Luego, cuestionó a Gonzalo Higuaín por volver a perderse un gol hecho en una final: ¡Otra vez Higuaín!”, exclamó.

Tras la expulsión de un jugador chileno, el presidente difundió en la red social su entusiasmo. Pero tras la derrota en los penales, la transmisión que preparó Macri para festejar un título de Argentina tras 23 años de sequía, debió mutar a mensajes de “tristeza”.

“A pesar de la tristeza estamos muy orgullosos de la selección. Son grandes jugadores, el fútbol siempre da revancha", tuiteó Macri. "Gracias por habernos hecho vibrar por los colores", agregó el Presidente.

“Todos lo sufrimos igual”, remató hoy en una nueva publicación, en la que mediante el recurso de una cámara rápida mostró cómo vivió los 120 minutos del partido.

Para colmo, Macri debió soportar que uno de sus funcionarios lo dejara en offside. Hernán Lombardi, el encargado de los medios públicos había prometido: "Vamos a ver la final de la Copa America por la @TV_Publica y sin la propaganda política que asfixiaba".

En uno de los videos que difundió el mandatario desde Olivos se notó que estaba siguiendo el partido por TyC Sports y no por la TV Pública.