El sub bloque de senadores del FpV identificados con Cristina Kirchner continúa desmembrándose día a día, golpeados por el allanamiento escandaloso del ex secretario de Obras Públicas, José López.

La senadora riojana Teresa Luna, que formaba parte del grupo K, sostuvo hoy que "personajes como José López le hacen mucho daño a la política" y pidió quitarle los fueros a Julio De Vido, al igual que su par Ruperto Godoy.

“Creo que tiene que renunciar a sus fueros, le va a hacer mucho bien al proyecto político de la ex presidenta. Debe hacerse cargo, porque es un responsable político de la designación y gestión de López”, sostuvo Luna.

“Que la justicia caiga sobre el ex funcionario (López) y también sobre todos lo que colaboraron en hechos de corrupción”, sentenció la senadora.

De Vido evitó un allanamiento en su domicilio por los fueros que le dan su condición de diputado nacional y sus pares de bloque lograron frenar un pedido de Cambiemos para habilitar ese procedimiento. En el Senado no parece muy protegido. 

Luna y Godoy fueron estos meses reacios a los acuerdos del FpV-PJ con el gobierno nacional, que presiona a través de los gobernadores. Pero el miércoles pegaron un volantazo y aprobaron los pliegos de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz.

Influyó la presión de sus gobernadores Sergio Casas (La Rioja) y Sergio Uñac (San Juan) y la incomodidad de seguir pegados a los senadores de La Cámpora, liderados por Virginia García, cuñada de Máximo Kirchner, quien no tuvo reparos en minimizar el affaire López. “Mis convicciones son iguales a las del lunes”, desafió a sus pares.

Según pudo saber LPO, la bronca entre los senadores K ajenos a la agrupación juvenil venía de antes y se debe a que Cristina Kirchner jamás se comunicó con ellos tras aquella reunión en el Instituto Patria, cuando viajó para declarar por la causa del dólar futuro.

“Renovamos el año que viene y no sabemos si alguien va a pelear por nosotros. Y encima nos comemos el garrón de López”, confesó a LPO uno de los K, que ahora intenta desmarcarse. Los gobernadores sí se comunicaron con ellos y ya los cuentan como propios.

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