Era esperable. Los supermercados y las industrias lácteas trasladaron de manera automática a los consumidores el aumento que otorgaron a los tamberos en el pasado mes de mayo (el precio pasó de $ 2,70 a $ 3,45 por litro en promedio en las principales cuencas lecheras).

Al menos así se refleja en el primer informe de la era Macri que difundió este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Censo (INDEC) en el que se observó que la inflación del quinto mes del año fue del 4,2%, incluso superior al 3,5% que midió el “Índice Congreso” de la oposición.

El dato central del informe del organismo que conduce Jorge Todesca es que el mes pasado los lácteos registraron una suba del 8,3%. Sin embargo, más allá de la recomposición de precios de las industrias a los productores, aún la actividad en los tambos no es rentable.

“Seguimos trabajando a pérdida porque los costos productivos han tenido un fuerte aumento principalmente por la eliminación de las retenciones al maíz”, apuntó a La Política Online Carlos Baravalle, secretario de Coordinación de Federación Agraria (FAA).

Este último punto que mencionó el dirigente federado no es menor: el aumento en el valor del maíz en el mercado interno produjo que actualmente los tamberos necesiten un precio por encima de los 5 pesos para igualar la relación leche/maíz vigente en 2015.

“Si bien hubo una recomposición de precios el mes pasado debido a la caída de la producción por las inundaciones, los tamberos seguimos en una situación terminal porque necesitamos entre 4,50 y 5 pesos para cubrir los costos actuales”, agregó Baravalle.

Los informes técnicos de las entidades rurales no son para nada alentadores. La FAA, por ejemplo, estima que de mantenerse esta situación podrían cerrar hasta un 50% de los tambos que están en funcionamiento, mientras que en CRA hablan del cierre de 3 mil tambos en el corto plazo.

Así las cosas, el precio del sachet de leche en las principales cadenas de supermercados se consigue a un valor de entre 16 y 19 pesos, mientras que la leche de primera marca embasada ya supera los 20 pesos y llega, en algunos casos, a venderse a 29 pesos en las góndolas.

Como sea, la participación de los supermercados en el precio final de la leche llega casi al 40% y duplica a la de los tamberos que se encuentra en torno al 20%, según un informe del Instituto Argentino de Profesores Universitarios de Costos (IAPUCO).

El sector industrial, por su parte, cuenta con una participación del orden del 25%, al tiempo que la del Estado se mantiene prácticamente constante rondando un 15% (en quesos y en otros productos derivados de la leche la ganancia de los supermercados es aún mayor).

En tanto, en el sector se sabe que una de las principales apuestas del Gobierno nacional es que se recuperen los precios internacionales de la leche en polvo para que las industrias exportadoras puedan otorgar aumentos genuinos a los tamberos en el mercado interno.

Pero el precio de exportación y el tipo de cambio clavado en 14 pesos siguen siendo insuficientes para cubrir costos: los envíos de leche en polvo en mayo fueron de 4900 toneladas a un valor de u$s 2120 por tonelada versus 9665 toneladas a u$s 2131 por tonelada en abril de este año.