Mauricio Macri bajó una orden clara y contundente a sus funcionarios: “Resuelvan rápido el conflicto con Monsanto”, les pidió el presidente conciente de que la pelea con la multinacional estadounidense escaló a niveles diplomáticos, tal como reveló LPO.

Para esto, en los últimos días el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, se reunió con el coordinador del equipo económico, Gustavo Lopetegui, con el objetivo de explicarle en qué consiste la estrategia en la que viene trabajando junto a su gabinete.

En este contexto, Lopetegui encabezó una reunión hoy lunes en la Casa Rosada de la que participaron directivos de Monsanto, representantes de las Bolsas de Cereales, acopiadores y referentes de las principales empresas agroexportadoras.

Lopetegui estuvo acompañado por el jefe de Gabinete del Ministerio de Agroindustria, Guillermo “Willy” Bernaudo, quien la semana pasada se reunió con el presidente de Monsanto, Juan Farinati, y el titular de la Sociedad Rural, Luis Miguel Etchevehere (Buryaile no asistió porque está en una Cumbre Agrícola del G-20 en China).

En concreto, según pudo averiguar este medio, en la reunión con Monsanto, Lopetegui bajó los lineamientos de Agroindustria en función de la exigencia para que se elimine el método privado de control de semillas que implementó la empresa a los productores.

Al parecer, por el momento no hubo acuerdo para que el sistema de testeo en los puertos esté a cargo del Instituto Nacional de Semillas (INASE) que en las últimas semanas citó a 349 grandes productores que no declararon el origen de la semilla de soja sembrada.

De esta manera, el control de las semillas pasaría a manos del Estado, tal como pretende Buryaile, aunque Monsanto, en caso de que el INASE detecte la presencia de su tecnología, podrá reclamar directamente al productor por la vía que considere oportuna.

Sobre este punto, las fuentes contaron que las partes presentaron contrapropuestas que serán evaluadas durante las próximas 48 horas. “Faltan detalles para llegar a un acuerdo; ojalá se concrete”, comentó a LPO un funcionario que participó de la reunión.

Sin embargo, otras fuentes de confianza del sector se mostraron molestas por la falta de acuerdo en la reunión de este lunes. “Monsanto y el Gobierno siguen sin ceder y mantienen su posición. Todo volvió a foja cero”, señalaron.

Para que quede claro, antes de viajar a China, Buryaile repitió su posición: “Es el Estado el que debe manejar el comercio de granos. No puede ninguna empresa estar por encima de los intereses del país”, apuntó en una entrevista concedida a Canal Rural.

Por otra parte, en términos políticos, la aparición de Lopetegui en el conflicto con Monsanto no es menor. “Macri sabe que la pelea debe resolverse para no afectar inversiones de las empresas”, indicó un hombre que frecuenta la Casa Rosada.

Ley de Semillas

En este escenario, Ricardo Buryaile, está convencido en impulsar una medida que no pudieron aprobar ninguno de sus antecesores kirchneristas en el cargo (Julián Domínguez 2009/2011, Norberto Yauhar 2011/2013 y Carlos Casamiquela 2013/2015).

Es que, en torno a la elaboración de la nueva Ley de Semillas -la actual data de la década del '70- hay una lucha de poderosos y diversos intereses compuestos principalmente por las cuatro entidades del campo y las empresas del sector semillero.

Para acabar con esta histórica discusión, una de las primeras decisiones políticas que tomó Buryaile fue encomendar a un grupo de técnicos del Ministerio de Agroindustria que preparen un ante-proyecto de Ley de Semillas con el objetivo de aprobarlo este año.

Según pudo saber LPO, en los próximos días dicho proyecto se enviará al Congreso para su tratamiento. Y, como era de esperar, el lobby gremial y empresarial está generando un fuerte revuelo a nivel legislativo en el sector agropecuario.

El presidente de la Comisión de Agricultura, Gilberto Alegre, ya se manifestó a favor de la sanción de una nueva Ley de Semillas. Ni bien fue nombrado, el diputado massita anticipó que uno de los objetivos de su gestión girará en torno a ese tema.

Esto último no es un dato menor en función de que la iniciativa deberá ser tratada inicialmente en ese ámbito en donde, en principio, los legisladores massistas y macristas no tendrían inconvenientes en ponerse de acuerdo y hacer avanzar el proyecto.

Como sea, en los pasillos del sector los recelos están a la orden del día. “Monsanto está operando para tener una Ley de Semillas a su medida”, comentó a este medio con un alto grado de desconfianza un importante dirigente de la Mesa de Enlace.

En el sector semillero, en tanto, existen dudas respecto a la nueva Ley dado que no hay suficiente información del proyecto. “Pareciera que es un globo de ensayo porque hasta el momento nadie conoce la letra chica de la iniciativa”, disparó un empresario.