Mauricio Macri también logró unir la justicia: los doce jueces federales, enfrentados desde hace años, volvieron a juntarse para combatir un proyecto del Gobierno que les quita poder.

Se trata del fuero que trata las causas de corrupción de cada Gobierno, que este año abandonó la cautela y no resguardó ni al presidente, imputado por sus cuentas offshore en Bahamas.

El proyecto justicia 2020, presentado por Macri y su ministro de Justicia Germán Garavano, incluye entre sus propuestas la eliminación del fuero nacional penal y el traslado de sus magistrados a juzgados de narcocriminalidad o a otros de la Ciudad de Buenos Aires, que se crearán con el demorado traspaso de competencias a la órbita porteña.

Ni bien supieron de la idea los doce jueces federales de la Ciudad le expresaron su enojo a Garavano, pero al parecer no quedaron conformes con sus explicaciones y se fueron a pedir ayuda al Senado.

Allí los recibió el jefe del bloque FpV Miguel Pichetto y les aportó calma. “Quédense tranquilos que este proyecto por acá no pasa”, garantizó.

Como explicó LPO, el rionegrino viene con varios problemas para conducir su bloque, donde el grupo de kirchneristas le recriminó haber acordado una sesión con el oficialismo. Pero tiene una certeza: puede contar con este grupo cuando quiera frenar algo del Gobierno.

Los jueces no fueron los únicos en presionar a los senadores peronistas: el jefe del Sindicato de Judiciales, Julio Piumato, llamó uno por uno para pedirles que no aprobarán la unificación de los juzgaos nacionales en lo criminal de instrucción con los correccionales, otra de las propuesta de Justicia 2020.

Los senadores le garantizaron a Piumato que no tendrá problemas. Por ahora, el proyecto está lejos de pasar el filtro del Frente para la Victoria.