La llegada de nueve universidades italianas y dos politécnicos junto con la comitiva de empresarios invitados a invertir en el país esta semana, exacerbó el recelo de los profesionales del Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires (CIPBA).

Es que la misión de las unviersidades responde al objetivo de Macri de fomentar el intercambio de ingenieros entre países. Ya en febrero Macri había dicho que había lugar para unos cuatro mil ingenieros italianos para paliar el déficit de profesionales para llevar adelante su plan de infraestructura.

Desde el Colegio de Ingenieros de la Provincia de Buenos Aires criticaron duramente el planteo y advirtieron que “si hubiera un déficit de ingenieros, lo que correspondería es profundizar las políticas de promoción de la ingeniería”.

La importación de ingenieros ya fue rechazada por Colegios y Federaciones de ingenieros, “por eso ahora se presenta como un modelo de intercambio, cuando en realidad lo que se busca es importar ingenieros”, cuestionó Beliera.  

 Lo que hace falta es "profundizar la formación de ingenieros argentinos en lugar de buscarlos en otros países" enfatizó el Ingeniero Norberto Beliera, presidente del CIPBA, y recordó que “desde el 2003 y gracias a planes estratégicos hay una curva ascendente en la formación de ingenieros argentinos”.

Como anticipó LPO, Macri junto al primer ministro italiano Matteo Renzi, comparten un objetivo de cooperación cultural que incluye, por una parte, la difusión del idioma italiano en la Argentina mediante escuelas bilingües públicas y, por otra, la validez de los títulos de ingenieros en ambos países.

"Desde el entorno del presidente sostienen que el objetivo es que los ingenieros italianos y argentinos puedan tener una doble diplomatura para poder ejercer indistintamente en ambos países, sin embargo, las palabras de Macri a un medio italiano fueron claras cuando afirmó que el país estaría en condiciones de recibir a profesionales desde Italia", afirmaron desde el CIPBA.

En aquella oportunidad desde los diferentes Colegios y Federaciones de Ingenieros de la Argentina rechazaron esta posibilidad y “por eso ahora se presenta como un modelo de intercambio, cuando en realidad lo que se busca es importar ingenieros”, cuestionó Beliera.