Cambiemos volvió a bloquear en la Cámara de Diputados un pedido de la oposición para repudiar la suspensión de Dilma Rousseff, en línea con la posición del Gobierno de “respetar” el proceso que podría terminar con la destitución de la presidenta de Brasil.

La discusión comenzó apenas iniciada la sesión en la que se prevé tratar los proyectos de acceso a la información pública, el de restitución del IVA y la suspensión de los despidos. Con acuerdo de toda la oposición sobre el temario, no hubo problemas para reunir el quórum y arrancar con 169 diputados sentados.

Poco después el Frente de Izquierda presentó un proyecto de declaración en “repudio al golpe de Estado” en Brasil, y enseguida consiguió el apoyo del Frente para la Victoria, el Frente Renovador y otros bloques menores.

Pero para incluir el proyecto en el temario de la sesión necesitaban autorización de dos tercios de los diputados presentes. La oposición sólo reunió 140 votos contra los 92 del interbloque Cambiemos, con lo que el rechazo a la situación en Brasil volvió a naufragar.

Volvió a repetirse lo que sucedió hace tres semanas, cuando el oficialismo se negó a tratar una declaración en ese momento argumentando que al ser una sesión informativa del jefe de Gabinete no había lugar para mociones de orden, según lo establece el reglamento.

Ahora, la excusa del radical Mario Negri fue que “se trata de un tema de Estado” y que requiere “seriedad y responsabilidad”. “No estamos buscando aplausos”, afirmó el jefe del interbloque oficialista en una chicana a la oposición.

Luego el cordobés dijo que “es natural y de sentido común que frente a una situación y de las características de un vecino de la importancia” de Brasil, “escuchemos a la canciller del país para después estar en contra o no”. Por lo tanto, esgrimió que esperarán a escuchar a Susana Malcorra y conocer la postura de los organismos internacionales para recién ahí abrir el debate. “Si no hubiese querido venir la canciller estarían citándola”, recriminó.

Para tener una idea de la opinión de Malcorra hay que tener en cuenta que el Gobierno argentino fue el primero en reconocer al presidente interino Michel Temer, tardando apenas unos 20 minutos en emitir un comunicado en el que afirmaban que continuarían trabajando con las nuevas autoridades. El lunes estará en Argentina el nuevo canciller José Serra.

Antes que Negri, el macrista salteño Guillermo Durand Cornejo rechazó la calificación de “golpe de Estado” y aseguró que Dilma fue apartada por un “proceso constitucional”, como vienen sosteniendo Malcorra y el jefe de Gabinete, Marcos Peña.

En la oposición hubo encendidos discursos contra el Gobierno, al que el kirchnerista mendocino Guillermo Carmona acusó de “pro-golpista”. Victoria Donda reclamó que “no se puede mantener en silencio ante la gravedad de la situación del pueblo de Brasil” y hasta la massista Graciela Camaño se quejó por la negativa a tratar la situación.