En el Gobierno no pueden entender cómo sus propios funcionarios están viajando por Latinoamérica denunciando un golpe de Estado en Brasil en misiones chavistas de la Unasur.

El jueves pasado, el Gobierno tardó sólo 20 minutos en reconocer a las nuevas autoridades de Brasil. El jefe de Gabinete, Marcos Peña, admitió que la única preocupación del Gobierno argentino respecto a la crisis institucional en Brasil y la suspensión de Dilma Rousseff (que denunció un golpe de Estado), es el "impacto económico" que podría tener en nuestro país.

Mauricio Macri dejó sentada, además, una postura clara contra Venezuela cuando asumió la presidencia. Y mientras el nuevo presidente de Brasil quiere acercarse a Macri y visitar el país, hay dos directores nacionales que sobrevivieron de la gestión del ex director electoral, Alejandro Tullio, que están participando en misiones electorales en las que aseguran que en Brasil hubo golpe de Estado.

La última misión fue en República Dominicana, en donde Jorge Taiana, ex canciller en el kirchnerismo y actual presidente del Parlasur -en el PRO no lo reconocen como tal-, fue acompañado por funcionarios del actual Gobierno para apoyar al candidato pro Venezuela.

Los funcionarios dependen del subsecretario de Asuntos Electorales, Ezequiel Fernádez Langan, que está bajo la órbita de Adrián Pérez en el ministerio del Interior.

A Langan, ex presidente de los Jóvenes PRO de la Capital, casi le dio un soponcio cuando se cruzó en Perú con una de las directoras de su subsecretaría ocupando un cargo importante en la Unasur.