La media sanción que consiguió el proyecto para impedir despidos durante 180 días generó un alto grado de preocupación en las economías regionales que aún no logran levantar cabeza a pesar de la eliminación de retenciones que dispuso el Gobierno.

Por tal motivo, un grupo de referentes del sector sumado a varios dirigentes Pymes del interior del país se dirigieron este jueves al Congreso de la Nación para explicarles a los diputados que, en caso de que se apruebe la ley antidespidos, quebrarán.

“Esta ley crearía niveles de conflictividad alarmantes para las Pymes, especialmente en las más pequeñas, que llevarían al cierre definitivo de muchas de ellas”, advirtió a La Política Online, Raúl Robín, presidente de Economías Regionales de la CAME.

“La doble indemnización creará más problemas que soluciones y llevará a las Pymes a tomar menos personal”, sostuvo Robín. “Necesitamos que los representantes del pueblo tomen conciencia de la crítica realidad que se vive en las provincias”, agregó.

El encuentro en la Cámara baja fue organizado por el diputado del PRO, Marcelo Sorgente, quien acercó a los directivos de las federaciones agropecuarias para que intenten convencer al resto de los legisladores de los perjuicios que generaría la ley.

“Con esta ley buscan crearle otro cepo a los empleadores desalentando la inversión. Por el contrario, el objetivo del Gobierno nacional es motorizar el empleo y la economía nacional”, dijo el entrerriano Sorgente, mano derecha del ministro Rogelio Frigerio.

Así las cosas, los empresarios explicaron que en marzo pasado la producción de las Pymes industriales cayó un 3,1%, al tiempo que el 78% de las industrias siguen sin poder reactivar sus planes de inversión para el presente año 2016.

De esta manera, según un informe difundido por la Cámara de la Mediana Empresa (CAME), en marzo sólo el 21% de las industrias declaró aumentos anuales en sus niveles de producción, mientras que el 44% finalizó en baja y el 33% sin cambios.

Leche en rojo

En este contexto, uno de los sectores productivos más complicados es el tambero, que emplea a miles de personas directa e indirectamente en las cuencas lecheras ubicadas en las provincias de Santa Fe, Córdoba y Entre Ríos, principalmente.

Sucede que el precio promedio de la leche cobrado por los tamberos se ubica actualmente en $ 2,77 por litro. Se trata de un valor que está llevando a la quiebra a pequeños y medianos productores (en los últimos años cerraron más de 5 mil tambos).

Por su parte, si bien el mes que viene las industrias lácteas informaron que subirán los precios pagados a los tamberos a $ 3,50, el aumento del precio interno del maíz por la eliminación de las retenciones generó un descalabro financiero en el sector lechero.

De hecho, el mes pasado se necesitaron en promedio 1,26 kilos de maíz para comprar un litro de leche versus 1,20 kilos en febrero de este año y 3,34 en el mismo mes de 2015 (-62%), según datos publicados en el sitio especializado valorsoja.com.

En abril, en tanto, con un precio del maíz de $ 2457 por tonelada, se necesitaría un precio de la leche de $ 3,10 por litro para mantener la misma relación de precios de marzo este año (pero harían falta casi $ 8 para igualar la relación de marzo de 2015).

En este escenario, esta semana se supo que la participación final de los tamberos en el caso de la leche fluida es del 15,8%, al tiempo que la de los supermercados se ubica en un 31,3% y la del Estado en un 17,4%, según datos de IAPUCO.

“La devaluación fue un duro golpe para los costos de producción, en la mayoría de los casos atados al valor del dólar y sumidas en un fuerte proceso inflacionario”, señaló un informe del especialista Aniceto Chambrillon para la Consultora CPS Comunicación.