La ilusión por la llegada de bonos en dólares con interesantes tasas de interés se pinchó cuando por el tamaño de las láminas emitidas, los inversores individuales se quedaron afuera. Es una emisión a la medida de los grandes inversores externos.

Las condiciones de emisión de los títulos no permite cursar órdenes por menos de 150 mil dólares de valor nominal. Es decir que hay una barrera de entrada de $2.175.000, algo solo apto para los peces más gordos.

De hecho, en el Merval recién hoy se abrieron operaciones y no de todo los bonos, solo del bono a 10 años y del bono a 30 años (AA26 y AA46, respectivamente). En ambos casos ambos cerraron en rojo, con una caída del 1,35% y el 0,98% respectivamente. En total se operaron poco menos de $107 millones.

En el Mercado Abierto Electrónico (MAE), ayer una oferta bajo la par estuvo horas esperando la parte vendedora. Hoy las cotizaciones subieron, pero solo se cursaron tres operaciones por un total de $22,8 millones.

Así de la euforia de los mercados pasó a la decepción tan pronto se verificó que incluso los medianos inversores quedaron excluidos de la rentabilidad de largo plazo que brindan estos instrumentos.

 "El mínimo es demasiado alto. La sensación es que se olvidaron del mercado secundario", opinó Diego Martínez Burzaco, de Inversor Global. 

Sin embargo, el Tesoro prepara otras emisiones para el mercado local. Es que para llegar a completar el plan fiscal del año, necesita recaudar de los mercados otros 25 mil millones de dólares además de los 4 mil millones que tomó en la colocación para el pago al holdouts. Y aspira a hacerlo dentro del país para no pisarse con las provincias que saldrán a los mercados internacionales por otros" entre 3 mil y 4 mil millones de dólares", indicó el secretario de Finanzas Públicas, Luis Caputo. 

De esos 25 mil millones de dólares, en el Ministerio de Finanzas, estiman que 7 mil millones podrán recaudarlos en el mercado local mediante colocaciones tanto en pesos como en dólares. Se trata de una serie de emisiones de bonos en pesos, Bonar, ya autorizados por otros 50 mil millones de pesos, aproximadamente 3,5 millones de dólares; y de una partida de letras a 12 meses por al menos otros 3 mil millones de dólares a una tasa que esperan sea menor al 6%.

Con esta emisión de letras sí buscan atraer los "dólares de abajo del colchón" de los pequeños ahorristas y así profundizar el mercado de capital local. En este sentido, en Hacienda están terminando un plan de atracción (no blanqueo) de capitales muy acotado para pequeños ahorristas que, durante la década pasada, se vieron obligados a comprar divisas en el mercado marginal para preservar su patrimonio frente al deterioro inflacionario.