Un intocable que siempre cae bien parado, el intendente Gustavo Posse, inicia un nuevo ciclo en San Isidro e irónicamente depende de los hombres de Guillermo Montenegro para aprobar proyectos en el Concejo Deliberante.
Con más tiempo libre que cuando era ministro porteño, el embajador en Uruguay sigue de cerca al distrito de la zona norte y ya avisó a sus concejales que pretende volver a pelear la intendencia en 2019, estimando además que habrá reelección del macrismo a nivel nacional.
Eso se verá. Mientras tanto, el possismo deberá ejercitar el músculo del diálogo con la oposición, en lo que se prevé la última gestión del intendente en un clima nuevo con fuerte paridad de fuerzas.
Hoy ingresó al concejo la rendición de cuentas de 2015, en rojo como en la del resto de los distritos de la provincia, dado el oneroso año electoral. Queda un mes de changüí para darle tratamiento pero los ediles de San Isidro ya empiezan a contar con los dedos los votos que tienen.
El histórico alcalde cuenta con 10 manos a su favor, mientras que con los dos concejales de Montenegro –Rosalía Fucello y Rodrigo Seguín-, suma 12 en una suerte coalición oficialista. Con ellos, lograría la mitad del concejo para que desempate Carlos Castellanos, el presidente del cuerpo quien había sido lanzado a la intendencia cuando Posse iba por la gobernación.
Los otros 12 concejales son de la oposición, aunque se sabe que siempre hay lugar para conciliaciones y acompañamientos a proyectos interesantes y de gobernabilidad.
Son tres ediles del Frente Renovador que lidera Marcela Durrieu y escuda el senador Sebastián Galmarini; cuatro vecinalistas de Convocacion por San Isidro; tres del FPV que incluye a gente de los hermanos Ottavis y los Cafiero; un monobloque de Libres del Sur; y un monobloque de Consenso por San Isidro, de Federico Gelay, un ex massista que quiso jugar la interna del macrismo y al final se acercó a los K.
En la apertura de sesiones, el massismo celebró la nueva relación de fuerzas en el Concejo. “Hay una pluralidad en el recinto que permite estar más abiertos al diálogo. Estamos trabajando en proyectos, muchos de ellos de años anteriores que nunca fueron debatidos y otros nuevos. Esperamos que el oficialismo nos escuche un poco más", dijo Durrieu.
La gente de Montenegro, por su parte, ya avisó en la prensa local que su idea es seguir compitiendo dentro de Cambiemos y que ellos trabajarán para que el embajador sea intendente en 2019.
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- 120/04/1618:40el juez montenego es el que mando la causa de los fondos de santa cruz a santa cruz y posse combate la droga con la nariz