Ricardo Jaime quedó detenido en la sede de la Policía Federal de Córdoba, donde se entregó esta mañana luego de que el juez federal Julián Ercolini dispusiera su detención y la de su ex asesor, Manuel Vázquez, en el marco de una causa que investiga la compra de trenes a España y Portugal en 2005. 

Jaime y Vázquez serán trasladados a los tribunales de Comodoro Py para ser indagados por Ercolini el lunes. Su detención se ordenó "ante el peligro de fuga" de los imputados.

El juez también prohibió salir del país a Juan Pablo Schiavi, sucesor en el cargo de Jaime. Schiavi declarará el 8 de abril en la misma causa. Sobre ambos pesan además condenas de prisión por la masacre de Once, que todavía no tuvieron principio de ejecución.

El lunes, Jaime será trasladado a los tribunales federales de Comodoro Py para que declare ante el juez federal Ercolini, que ordenó detenerlo ante la sospecha que podía fugarse.

Jaime se entregó en la sede policial del barrio Nueva Córdoba. Al enterarse de la orden de captura en su contra, se trasladó voluntariamente al edificio de la Policía Federal, en taxi. Llegó solo, con una mochila al hombro, y entró por la puerta lateral del edificio, hablando por celular.

Será sometido a exámenes médicos y luego partiría hacia Buenos Aires. Actualmente se encuentra incomunicado.

El exhorto llegó anoche al fiscal federal Enrique Senestrari y al juez Ricardo Bustos Fierro. A última hora, desde el juzgado de Ercolini avisaron que mandarían un exhorto en carácter de urgencia. Horas después llego la orden de detención.

La causa por la que se detiene a Jaime investiga una compra de trenes realizada en 2005, valuada por la Auditoría General de la Nación en 100 millones de euros, y cuyos vagones se encuentran arrumbados en depósitos ferroviarios como "chatarra".

La auditoria de la AGN se aprobó en el 2012 en base a la resolución 203 empujada por el auditor radical Alejandro Nieva, que puso la mira inicialmente sobre las compras a Portugal. Es ese trabajo se concluyó que Jaime compró vagones, furgones y locomotoras en estado obsoleto.

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Luego se analizaron las compras a España que siguieron el mismo patrón: Se realizaron sin verificar la totalidad de material rodante a adquirir. El Estado no sabía qué era exactamente lo que estaba comprando, el transportista en el conocimiento de embarque hizo constar -respecto de una carga de 20 vagones y 7 triplas- que se encontraban en muy pobres condiciones, con roturas visibles y partes faltantes, que casi no existía el plástico envolvente lo que era inconveniente para las condiciones del mar, por lo cual se eximía de responsabilidad.

"La recepción de los materiales se realizó en los países vendedores y en algunas circunstancias no estuvo presente el representante argentino. No había nadie de la Secretaría de Transporte ni de la CNRT para verificar qué era lo que se compraba y sí se correspondía con lo estipulado en el convenio", recordó hoy Nieva en un comunicado.

El informe de la AGN concluyó que el gobierno de Néstor Kirchner gastó 222 millones de euros en compras de material rodante que estaba obsoleto y nunca se utilizó.

Un equipo de la AGN inspeccionó en diciembre de 2011, la custodia y el resguardo del material adquirido y se encontró por ejemplo que en la playa Kilómetro 5 de la ex Línea Roca -perteneciente a la Concesionaria de Cargas Ferrosur Roca SA- había 10 unidades pertenecientes a Triplas diesel 593, en muy mal estado, con vestigios de haber sufrido desmantelamientos vandálicos e incendios. De 6 coches incendiados, 4 no pudieron ser identificados, presentando daños importantes en su estructura que los hace irrecuperables)

El informe confirmó que el el gobierno de Néstor Kirchner gastó 222 millones de euros en los convenios con España y Portugal para comprar material rodante obsoleto, que quedó abandonado y nunca se usó. También hubo sobreprecios. Lo que se pagó por las unidades llamadas “triplas diesel” supera entre un 117% y 171% el valor ofertado por Renfe (la empresa estatal española con la que se suscribieron convenios)

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Por otro lado, el jueves, se conoció que tanto Ricardo Jaime como el también ex secretario de Transporte Juan Pablo Schiavi, condenados a seis y ocho años de prisión por el choque de tren de Once, estaban al tanto  de esa flota ferroviaria y, no obstante, no tomaron medidas para mejorar la situación.

Esta situación pone además el foco sobre otra polémica compra de trenes sospechada de sobreprecios millonarios. La que realizó el ex ministro de Transporte, Florencio Randazzo, a China para poner en circulación las formaciones nuevas que actualmente circulan por el área metropolitana.

El actual ministro, Guillermo Dietrich, hasta ahora no revisó ninguno de esos contratos y no parece interesado en hacerlo. De hecho, Macri en la cumbre que tuvo este viernes en Washington con su par chino, XiJinping, se limitó a hablar en términos sobre la posibilidad de revisar algunas cláusulas de los contratos para construir las dos represas de Santa Cruz y dos nuevas centrales nucleares que acordó en su momento Cristina. Nada se dijo de la compra de trenes. En su administración porteña, Macri también compró vagones para el subte a empresas chinas.