Los rosarinos aún conservan en la retina las impactantes imágenes de la peor catástrofe que vivió la ciudad cuando en agosto del 2013, una fuga de gas hizo implosionar el edificio de Salta 2141 causando 22 muertos e innumerables daños materiales, ayer, otra propiedad sufrió un devastador estallido sin causar víctimas fatales.

En principio, la tragedia de Salta se desencadenó por una mala maniobra de un gasista que prestaba servicios en el edificio. Sin embargo, la explosión puso en evidencia los déficit estructurales de Litoral Gas, a cargo del servicio desde 1992 cuando se privatizó.

La explosión de ayer ocurrió en calle Balcarce 23 bis, a sólo tres cuadras de Salta y Oroño. Otro escape de gas y otro estallido que perturbó la sensibilidad de los vecinos que no podían evitar comparar con lo vivido hace menos de tres años.

En esta oportunidad, el siniestro lo habría ocasionado la acumulación de gas de una habitación, lo cual se está peritando, y provocó la voladura de la segunda planta del edificio resultando, milagrosamente según testigos, sólo un herido de consideración que se encuentra estable.

Gustavo Ruarte

Fuentes de Bomberos reconocieron a La Política Online que las consecuencias podrían haber sido mucho más graves de acuerdo a cómo quedó la vivienda afectada y las propiedades linderas.

El nuevo incidente evidenció los déficit estructurales de la empresa encargada de prestar servicios cuyos accionistas principales son la belga Suez y el Grupo Techint , según consignó LPO en su momento.

“Es muy doloroso volver a revivir todo esto” afirmó compungida Marcela Nissoria, quien era esposa de Hugo Montefusco, víctima de la explosión de calle Salta. “Acá hay responsabilidades empresarias que no se están investigando y tanto el gobierno nacional, provincial como el municipal se hacen los distraídos”

Según Nissoria “los gobiernos de turno -el kirchnerismo, Bonfatti y Fein- hicieron un pacto de silencio. Tienen responsabilidades políticas porque eran los responsables de cuidarnos y no lo hicieron” denunció.

“Cuando ocurrió la tragedia de Salta 2141 se tardó cuatro horas en controlar el fuego que salía de un caño de alta presión” recordó la familiar de la víctima en relación a la falta de válvulas de corte zonales lo que impidió que se pueda controlar el flujo de gas inmediatamente generando una insistente lengua de fuego que recalentó la estructura del edificio e impidió el acceso de rescatistas durante ese tiempo.

En efecto, la Empresa Provincial de la Energía tuvo que cavar dos pozos para encontrar el caño maestro para luego estrangularlo y así detener la salida de gas.

Es que las llaves de paso fueron retiradas tras la privatización de la empresa en 1992 argumentando que demandaban demasiados recursos para su mantenimiento. A su vez, Litoral Gas relajó los controles.

“Gas del Estado era una empresa ejemplar, cuando se privatizó echaron a la mayoría de los técnicos encargados de inspeccionar el servicio” sostuvo Nissoria.

En la explosión de ayer, una fuente que trabajó en los dos siniestros y pidió preservar su identidad, explicó que pudieron cortar rápidamente el gas “sólo porque la llave domiciliaria se encontraba en buen estado y a diez metros del ingreso de la vivienda”