En medio de la preocupación en el seno del gobierno bonaerense por la falta un nexo entre el Ejecutivo y el Poder Judicial, el ministro de Justicia, Alberto Mahiques, analiza dejar esa cartera para volver a la Cámara Nacional de Casación Penal.

Según pudo saber LPO, el abogado esperaba reemplazar a María Del Carmen Falbo, al frente de la Procuración de la Suprema Corte de Justicia bonaerense. Mahiques había recibido esa propuesta por parte de Daniel Angelici, el operador de Mauricio Macri en el entramado judicial.

Mahiques llegó al gobierno con esa promesa. El problema fue que María Eugenia Vidal encontró a la administración provincial en un estado crítico, mucho peor de lo que esperaba.

La Justicia tuvo su primer escándalo apenas dos semanas de asumir cuando los tres condenados por el crimen de General Rodríguez se fugaron del penal de General Alvear. El caso dejó expuesto a Mahiques y al gobierno de Vidal por sus problemas en el control del Servicio Penitenciario.

A ese episodio -que ocupó durante días lugares centrales en los medios- se le sumó el caso del sciolista César Albarracín. El jefe del Servicio Penitenciario que seguía en funciones durante la fuga y quedó teñido de sospechas. Sin embargo, la pasividad de Mahiques hizo que casi se convierta en fiscal adjunto ante el Tribunal de Casación Penal. Desde la cartera de Justicia no supieron cómo frenar esa maniobra y tuvo que hacerlo otro sector del Ejecutivo.

En paralelo, Angelici le pidió a varios senadores y diputados que avancen con una salida de Falbo, sin juicio político. Sin embargo, tapados por urgencias, el oficialismo no logró meter el tema en la agenda Legislativa.

La negativa de La Cámpora por aprobar el presupuesto y la polémica alrededor de un millonario endeudamiento que finalmente se cerró en 60.000 millones no dejó lugar a la avanzada sobre Falbo.

Ahora, la urgencia es avanzar con la emergencia en Infraestructura. Después vendrá la discusión por una reforme electoral y hasta una reforma del Estado. La situación de Mahiques no parece prioridad.

“Él está abocado a redactar las reformas del Servicio Penitenciario”, dicen desde el Ejecutivo y justifican además que sólo concurra dos veces por semana a su despacho de La Plata, con vista a Plaza Moreno.

Desde el oficialismo se muestran preocupados por la relación entre el Ejecutivo y el Poder Judicial. En particular después de la detención de Emiliano Giri, el funcionario de Mar del Plata acusado de corrupción de 16 millones de pesos. Se le imputa el delito de ‘peculado’, figura que incluye malversación de caudales públicos, en este caso del Astillero Río Santiago.

En el gobierno reconocen por lo bajo que fue un vuelto por la decisión de la Gobernadora de quitarle a Aldrey Iglesias los negocios vinculados al juego en esa ciudad. “Si queremos tocar la fibra del poder necesitamos nexos en la Justicia que eviten este tipo de situación”, dicen en el macrismo.