“Hace unas horas firmé un decreto que me obliga a mí y todos los ministros a presentar nuestra Declaración Jurada públicamente. Queremos que esta información sea pública, que todos puedan conocerla”. La frase de María Eugenia Vidal fue una de las sorpresas de la apertura de sesiones de la Legislatura. Sin embargo, la Gobernadora avanzaría aún más al incluir en esa obligación a todos los cargos policiales, de subcomisario hacia arriba, sumando también a los rangos equivalentes en el Servicio Penitenciario.

En ese momento, algunos legisladores fruncieron el ceño y cruzaron miradas de preocupación. Se preguntaron si, quizás, Vidal no estaba avanzando demasiado.

Luego que Vidal anunciara que los comisarios deberán presentar públicamente su declaración jurada, tres intendentes de Cambiemos fueron asaltados en La Plata.

Al día siguiente de ese discurso, tres intendentes de Cambiemos fueron asaltados en La Plata, sede administrativa del gobierno bonaerense. Fue una seguidilla de hechos con escasas horas de diferencia. El alcalde Julio Garro sufrió un violento robo en el country donde vive; Pero, apenas unas horas más tarde, el intendente de Saladillo, José Luis Salomón, era asaltado por motochorros a una cuadra de la Gobernación provincial. Y ya sobre la noche, el jefe comunal de Magdalena, Gonzalo Peluso, sufrió un intento de robo en el restaurante ‘La Modelo’, ubicado también a una cuadra de la sede de gobierno.

“Hay que determinar si fue un hecho delictivo o un mensaje mafioso al intendente, o a nosotros por los cambios que hicimos”, manifestó el ministro de Seguridad, Cristian Ritondo, en declaraciones radiales para recordar que “hace apenas dos días la gobernadora anunció medidas que tienen que ver con la transformación de la Policía y la obligación para presentar las declaraciones juradas de subcomisarios para arriba”.

El ministro mantiene por estas horas una reunión con Vidal en la Gobernación bonaerense donde analizan la situación.

El jefe de la Policía bonaerense.

Aglaplata

Ayer, el intendente de La Plata sufrió un violento asalto cuando dos delincuentes armados maniataron a sus familiares. El episodio ocurrió en un el country Grand Bell y en el marco de la investigación fue detenido un efectivo de la Policía Bonaerense que cumplía funciones en la Comisaría 1º de la capital bonaerense, acusado de haber colaborado con los delincuentes. Se trata de Patricio Masana, quien posee un procesamiento por “falsedad ideológica de instrumento público” en el marco de una investigación impulsada a partir de una fuga de dos presos. Hay otro dato curioso: el jefe de Masana en ese momento era el secretario de Seguridad de Garro, Daniel Piqué.

Ritondo detalló hoy que, durante el allanamiento realizado en la casa que alquilaba el suboficial junto a su novia en el mismo country donde reside la familia Garro, los investigadores encontraron pastillas de éxtasis, cocaína, armas y dinero.

En tanto, el intendente de Saladillo fue asaltado horas después por al menos cuatro delincuentes que se movilizaban en motos. El alcalde descendía de su auto en la calle 53 entre 4 y 5 de La Plata, a una cuadra de la Casa de Gobierno. Salomón iba a mantener una entrevista con el subsecretario de Turismo provincial.

El vocero explicó que los delincuentes abordaron a los funcionarios, le rompieron el vidrio del auto y tras un forcejeo se llevaron un maletín que tenía el intendente y una computadora portátil y una cámara fotográfica que tenía el director de Turismo del municipio.

Por último, cerca de las 22 el intendente de Magdalena sufría un extraño episodio en un reconocido restaurante de la capital provincial. Peluso salía de un canal de televisión y se dirigió junto a su familia al restaurante ‘La Modelo’, ubicado en 5 y 54 a una cuadra de la Gobernación bonaerense. Según reconstruye el portal Infocielo, cerca de la medianoche, cuando se disponía a pagar, advirtió que no tenía su saco, donde se encontraba la llave del auto.

Inmediatamente salió del lugar y se encontró con que una pareja con una beba -que habían estado cenando a metros del intendente en el mismo restaurante- habían abierto su automóvil y estaban revisando un maletín con expedientes que se encontraba adentro del baúl. Al grito del intendente, el delincuente soltó los papeles y huyó con la mujer y la nena, en un vehículo que los esperaban estacionado al lado del suyo.