En crisis total, los disputados kirchneristas bonaerenses acordaron dilatar unos días la definición sobre la presidencia del bloque al tiempo que se avanza con la conformación de una mesa de funcionamiento que represente a los tres sectores.

Por estas horas, se sabe que el único camino para evitar partir el bloque es que el camporista, José Ottavis, de un paso al costado. Pero el problema para la bancada kirchnerista es encontrar primero un legislador que reemplace a Ottavis y que surja como figura de consenso. Pero, además, el gran desafío es poder seguir funcionando de cara al futuro.

El esquema -de un verticalismo extremo- en el que se maneja el bloque desde el desembarco de La Cámpora impuso mecanismos de poder que hoy son complejos de desarmar. Por eso, dentro del bloque ahora piensan en la conformación de una mesa de funcionamiento que permita al bloque sobrevivir a las próximas votaciones.

“Si no están acordadas las condiciones de funcionamiento, el bloque se va a romper enseguida”, dijo a LPO un diputado crítico de Ottavis. Y agregó que “si no solucionamos las reglas del juego dentro del bloque, será muy difícil convivir”.

La idea sería conformar una mesa que marque las pautas del funcionamiento del bloque. En principio estaría conformada por seis legisladores. El camporismo pondría allí dos diputados y el sector que representa a los intendentes y que votó a favor del endeudamiento pondría otros dos diputados. En tanto, el Movimiento Evita que tiene tres legisladores pondría un diputado y lo mismo haría el sector que lidera Horacio González, que representa a otros tres legisladores (el propio González, Hernán Doval y Graciela Rego).

Pero en paralelo, avanza la negociación para reemplazar a Ottavis, que agota recursos intentando permanecer en la presidencia. LPO adelantó que la figura de Walter Abarca comienza a crecer dentro del bloque.

Abarca aparece como el hombre de consenso para representar a un bloque que podría incluso estallar en tres sectores.

El diputado de la Séptima Sección asoma como una figura opuesta al verticalismo de Ottavis. No representa a La Cámpora, pero responde a las órdenes de Máximo Kirchner y Andrés Larroque. En el bloque lo ven como una figura “más moldeable”, más fácil de abordar que Ottavis. Incluso, en los pasillos de la Legislatura, quienes lo cuestionan dicen que “Abarca es Ottavis, pero más alto y sin Xipolitakis”.