Después de años de furia contenida, Julio Pereyra se sacó la mordaza y se despachó contra La Cámpora y el cristinismo. Dio por “retirada” a la ex presidenta, a quien ve “sin ganas de presidir el Partido Justicialista".

El intendente de Florencio Varela fue desde los primeros días cercano a Néstor Kirchner, que en 2003 lo puso en la presidencia de la FAM, llevando obras al desplazado distrito que gobierna. Luego Pereyra quedó relegado del esquema de poder que construyó Cristina e incluso Carlos Zannini habilitó en dos elecciones las colectoras de Martín Sabbatella, quien con candidatos locales le disputó el reinado que detenta desde 1992.

Ahora que cambió el escenario, el intendente salió a mostrar sus nuevas cartas. Pereyra admitió que no habla con Cristina desde hace más de cuatro años, por lo que no se comunicó con ella en todo su último mandato. Y sostuvo que algunos dirigentes de La Cámpora priorizaron "primero a los hombres, después al movimiento y, por último, al país".

Pereyra hizo catarsis esta mañana antes del encuentro de intendentes en Resistencia impulsada por Jorge Capitanich, una de las últimas cartas del kirchnerismo en la pelea por la nueva conducción del PJ, que ya inició su cuenta regresiva.

"La Cámpora se equivocó en algunas cosas. A nosotros no nos dio espacio. A los hombres con más experiencia no nos consultaron ni nos dieron participación”, dijo el barón que gobierna Varela y que .

Pereyra afirmó que la ex mandataria "se retiró sin ganas de presidir el Partido Justicialista" y consideró que en el PJ nacional "debería haber una conducción compartida, colegiada" entre el kirchnerismo y el peronismo tradicional, pero que actualmente "no hay alguien que pueda hacer una síntesis total".

En ese sentido, mencionó entre los hombres más fuertes del partido a dirigentes como José Luis Gioja, Juan Manzur y Jorge Capitanich.

Dentro de la interna del PJ provincial, los dardos de Pereyra a La Cámpora van dirigidos en efecto a los intendentes que pretender mantener en pie el liderazgo de Cristina dentro del peronismo de PBA, encabezados por Jorge Ferraresi y Patricio Mussi, de quien sin embargo es íntimo amigo.

Después de la cumbre de Santa Teresita convocada por Fernando Espinoza, Ferraresi y Mussi armaron su contracumbre en Berazategui, de la que participaron Máximo, Julio de Vido, Andrés Larroque, Walter Festa y unos cuantos jefes comunales del interior. Buscan armar un eje que se diferencie de Espinoza y de los intendentes dialoguistas como Martín Insaurralde.

Pereyra, en el medio de estos tres grupos, lidera la FAM desde 2003, el club de intendentes que Kirchner supo potenciar para contrarrestar el poder de Eduardo Duhalde y sus gobernadores. Fue una herramienta estratégica del ex presidente para entablar línea directa con los intendentes.

Como informó LPO, Pereyra ya avisó al gobierno nacional que dejará la entidad a fines de año y en el PRO analizan qué hacer, si darle financiamiento o dejarla morir.

Mientras tanto, la semana pasada el titular de la FAM se reunión con Gustavo Arrieta, intendente de Cañuelas, para trabajar "la agenda del municipalismo argentino", que evalúan presentarle a Rogelio Frigerio en los próximos días.  

Hablaron de reclamar ante la cartera de Interior sobre la coparticipación de la provincia de Buenos Aires y otras provincias, y la necesidad de continuar las obras públicas aprobadas por el gobierno nacional.

Pereyra fue consultado también sobre la ruptura del bloque del FPV en Diputados. El jefe comunal indicó que lo vivió "con dolor", consideró que "fue una equivocación" de los legisladores que se fueron y les pidió que regresen.

"Desde el PJ nacional estamos buscando la unidad del peronismo, porque ahí va a estar la fortaleza del espacio que representamos. La gente nos dio un espacio de oposición, y no tenemos que generar acciones que pongan palos en la rueda a la nueva gestión, pero tampoco ser complacientes con aquellas medidas que puedan dañar el bolsillo de la gente", aseveró a radio Belgrano.