Mauricio Macri llamó a sesiones extraordinarias para tratar la designación de Horacio Rosatti y Carlos Rosenkrantz como jueces de la Corte Suprema de Justicia, ratificar acuerdos de embajadores y ascensos de los militares que lideran el ejército.

La primera sesión será el jueves para darle ingreso a los pliegos y retirar los que había enviado Cristina para nombrar a jueces, entre ellos los de  Domingo Sesín y Eugenio Carlos Sarrabayrouse para la Corte. 

Pero la urgencia de Macri es completar el máximo tribunal y limar el poder de Ricardo Lorenzetti al frente del máximo tribunal, que ayer volvió atacar las arcas nacionales con otro fallo, que ordenó al Anses aplicar movilidad jubilatoria a las pensiones por invalidez, según informó Clarín.

El martes 16 será la primera audiencia pública con los magistrados con el objetivo que antes del 1 de marzo sean jueces.

Tomarían las impugnaciones y adhesiones ya recibidas desde que se publicó el polémico decreto para hacerlos jurar en comisión, que finalmente Macri prefirió desechar, presionado por los senadores del PJ, que le advirtieron que rechazarían los pliegos si asumían sin pasar por sus manos. 

Esa tensión quedó olvidada y en el PRO confían ahora en llegar a los 48 votos necesarios para alcanzar dos tercios con apoyo de los gobernadores peronistas, que en estas semanas negocian con Rogelio Frigerio retomar las obras públicas frenadas desde las elecciones.

El bloque PJ tiene 40 senadores, 3 más que el quórum, y los mandatarios provinciales manejan no menos de 28.

Alrededor de una decena responden a La Cámpora o a Cristina Kirchner y podrían poner objeciones sobre Rosenkrantz, porque fue abogado del Grupo Clarín.

Cambiemos junta 15 entre los 6 del PRO y los 9 radicales, pero confía en la ayuda de los 11 peronistas disidentes y Gerardo Montenegro, un santiagueño cercano a Gerardo Zamora. Con buena voluntad de los gobernadores los pliegos tienen que salir.

Los pliegos diplomáticos y militares también tendrán su proceso. La otra semana pasarán por la Comisión de Acuerdos, que seguirá presidiendo Rodolfo Urtubey, hermano del gobernador de Salta, referente del dialoguismo peronista.

El más urgente es el de Martín Lousteau como embajador en Estados Unidos, pero también están los de Guillermo Montenegro (Uruguay); Miguel Del Sel (Panamá); Marcelo Stubrin (Colombia); Ramón Puerta (España); Juan Carlos Magariños (Brasil), Diego Guelar (China); Miguel Álvarez García (Bolivia) y José Bordón (Chile), entre otros.

Los ascensos militares serán los del general de brigada Diego Luis Suñe, nuevo jefe del Ejército en reemplazo del teniente general Ricardo Cundom; el jefe de la Armadas será el vicealmirante Marcelo Eduardo Hipólito Srur en lugar del almirante Gastón Fernando Erice, que pasará a retiro y al frente de la Fuerza Aérea será nombrado el brigadier Enrique Víctor Amrein, veterano de Malvinas.

El senador Urtubey debe decidir si mantiene la costumbre de recibir un informe del Cels para evaluar los pliegos militares. Tal vez ya no haya lugar para rezongos de Horacio Verbitsky. 

El periodista de Página 12 no siempre fue tan efectivo. En 2010 dejó pasar un ascenso de César Milani para que asumiera como segundo del ejército, pero tres años más tarde, cuando Cristina lo quiso ascender como jefe del ejército, lo vinculó a delitos de lesa humanidad. La ex presidenta esperó seis meses y lo ascendió igual.