El bloque de diputados del Frente para la Victoria se reunirá el miércoles por primera vez, en medio de rumores de ruptura que fueron enfriándose tras la pelea de los gobernadores con Mauricio Macri por la coparticipación.

“Debe haber alguien en la Casa Rosada trabajando para nosotros”, bromeaban los referentes de la bancada esta semana, al ver la furia de los mandatarios peronistas con Mauricio Macri por haberles quitarles el 15% de coparticipación, dejárselos a Córdoba, Santa Fe y San Luis y triplicar la de Capital Federal.

Esta disputa enfrió la idea de los gobernadores de armar bloques legislativos propios para negociar fondos con la Nación, alejados de la beligerancia del kirchenrismo duro. El golpe bajo de Macri complica cualquier señal de distensión.

“(El ministro del Interior Rogelio) Friegerio no les ofreció nada. Pagará la deuda de obras públicas que tiene él porque había congelado todo, pero les quitó 15% de coparticipación y triplicó la de Capital Federal. Los diputados de las provincias no podrán ayudarlo rompiendo el bloque”, confiaban en el FpV.

Pero todavía está por verse cuántos gobernadores enviarán a sus diputados sólo para hablar de los golpes bajos de Macri.

“Muchos están enojados porque creen que ganaron en sus provincias y nadie se los reconoce. El tema es cuánto se diluye ese planteo en estos días”, dudaron cerca de uno de los referentes del sub bloque interior. 

Como adelantó LPO, con la asistencia de Sergio Massa, Juan Manuel Urtubey había punteado un bloque de 22 diputados dispuestos a romper, armar uno netamente peronista y quitarle al FpV el rótulo de primera minoría. Emilio Monzó se relamía.

Estallada la pelea por la coparticipación, Héctor Recalde consideró oportuno convocar a sus 95 diputados para unir fuerzas y diluir las versiones de fragmentación. El miércoles se verá si lo logra.

En su entorno son optimistas. Aseguran que casi todos los diputados respondieron a excepción de los salteños y Diego Bossio, quien sonaba para presidir la bancada de los gobernadores, promovido por el diputado sanjuanino José Luis Gioja. Señal de que no todo está en orden. 

La única foto de diputados kirchneristas con los leales a los gobernadores fue en diciembre y para rechazar el decreto de Macri que nombró a dos jueces en la Corte Suprema.

Esa medida enfureció a los senadores peronistas, que tienen mayoría propia en esa Casa y la llave para rechazar cualquier pliego.

En Diputados la fragmentación siguió siendo evidente. Los últimos comunicados y conferencias fueron digitados a gusto por Recalde y los camporistas y el resto ni se asomaba por la Cámara.

El salteño Pablo Kosiner, vicejefe de bloque hasta diciembre, desafió a sus pares pidiendo un cambio en el PJ con Urtubey al mando. Pero la lucha por la coparticipación dejó todo atrás.  De mínima, planteaban pedir ubicarse cerca en el hemiciclo, por si algún piensan desobedecer a Recalde. 

Urtubey ya marcó diferencias: abandonó su armonía con Macri, olvidó sus coqueteos con Massa y se puso al frente del reclamo junto a sus pares. Ayer reunió con los senadores para remarcar que esa pelea es prioridad, al margen de cualquier diferencia con La Cámpora.

Los gobernadores habían dado su primer gesto a Macri enviando sus legisladores el 10 de diciembre, pese a que Máximo Kirchner había ordenado faltar en rechazo a la cautelar que obligó a Cristina Kirchner a abandonar la Casa Rosada en la madrugada del 9.

Dos días después los 24 jefes provinciales almorzaron en Olivos con Macri, quien prometió un trato amigable. Pero después, a los que eran peronistas, les pegón donde más duele.