El nuevo escenario por el que atraviesa el sector ganadero a partir de las medidas que tomó el gobierno de Mauricio Macri (devaluación, eliminación de retenciones y liberación de exportaciones) generó fuertes subas en los precios de los principales cortes de carne. 

Es que ya antes de las fiestas de fin de año, los supermercados y carnicerías remarcaron de manera considerable los precios aprovechando la suba que se registró en los valores de las diversas categorías de hacienda en el Mercado de Liniers.

El tema es que ahora los precios en dicho mercado (que funciona como referencia en todo el país) se reacomodaron llegando a registrar una baja de un 10% en promedio en las últimas jornadas, según un informe del Consorcio de Exportadores de Carnes ABC.

Pero, tal como era de esperar, esa caída no se reflejó en los supermercados y carnicerías. Por tal motivo, en el Gobierno decidieron profundizar su estrategia que consiste en presionarlos a través de los medios para que bajen los precios.

"Algunos representantes de las carnicerías se hacen los distraídos ante la baja del precio y siguen atribuyendo el aumento a los proveedores", dijo el ministro de Agroindustria, Ricardo Buryaile, en declaraciones radiales.

"Lo que funciona son esquemas de acuerdos de precios con supermercados o incorporar más productos a Precios Cuidados", advirtió Buryaile, quien ya había hablado de la posibilidad de abrir la importación de carne. "Lo que nos queda es tomar conciencia y trabajar sobre el consumidor para que tenga en cuenta el nivel de precios y si se tiene que

, que lo haga", agregó.

Así las cosas, en el sector agropecuario se subieron a la presión mediática del Gobierno. En diálogo con La Política Online, Dardo Chiesa, presidente de CRA, cruzó al vicepresidente de la Asociación de Carnicerías porteñas, Alberto Williams.

"Hace 12 años que participó de la destrucción del rodeo nacional de la mano de Moreno donde concurría a su escuelita con asistencia perfecta. Y ahora viene a comentarnos que estamos con escasez de carne y que los precios son oscilantes", disparó.

"El porcentaje de remarcación del precio de la carne en el mostrador está muy por encima de lo que se da normalmente. Evidentemente se ha remarcado para recomponer una situación que no tiene nada que ver con el precio de la hacienda", agregó Chiesa.

En este contexto, según un relajamiento de LPO, en las principales cadenas de supermercados de la ciudad de Buenos Aires el kilo de lomo se vende actualmente a $ 229; la colita de cuadril a $ 184; el bife de chorizo a $ 146; la nalga a $ 130; la entraña a $ 194; el asado a $ 80; el matambre a $ 154; el vacío a $ 157 y la carne picada a no menos de $ 100.

Quizás por estos precios se explica que en territorio porteño un salario mínimo alcanza para comprar 46 kilos de asado, mientras que en Montevideo esa cifra es de casi 60 kilos, según datos publicados en el sitio

.

Por último, el analista ganadero Víctor Tonelli, explicó a este medio que "en el corto y mediano plazo vamos a ver un escenario de recuperación del rodeo y de retención de vientres que trae aparejado una menor oferta disponible y suba de precios al consumidor".