El anuncio del aumento de la coparticipación nacional a la Ciudad de Buenos Aires detonó la bronca de los gobernadores peronistas, que ya venían empezando a quejarse por el giro de fondos a la provincia de Buenos Aires en el primer mes de la gestión de Mauricio Macri.

El malestar de los mandatarios del PJ responde a que Macri les hizo saber que su gobierno va a premiar con fondos a las administraciones provinciales más eficientes, a las que mejor manejen los recursos federales, pero creen que no es lo que está sucediendo hasta ahora sobre todo en el caso del gobierno de María Eugenia Vidal.

Es que el gobierno bonaerense recibió una herencia económica muy compleja y tuvo que recurrir a Nación para poder pagar los sueldos de diciembre y el medio aguinaldo, para lo que requirió de 10 mil millones de pesos. A eso se sumó que la semana pasada, la Casa Rosada envió otros 3.500 millones a Vidal, presuntamente como adelanto de coparticipación.

Los gobernadores manejan información que sostiene que los auxilios a Vidal por cifras similares a esa -3.500 millones- continuarán cada quince días, al menos en el período cercano. Ese monto, que para la provincia de Buenos Aires apenas puede alcanzar para cubrir urgencias salariales, para otras provincias representa casi el presupuesto anual para obras que les envía Nación.

Aunque ninguno saldrá a criticar públicamente a la mandataria bonaerense -sobre todo porque el golpe afectaría también a Daniel Scioli que dejó un panorama crítico-, la bronca existe y ya le reprochan a Macri que no le exija también a su aliada la misma eficiencia y racionalidad en el gasto que les pide a ellos, muchos de los cuales también necesitan plata fresca para afrontar urgencias.

Al fastidio por los giros a PBA se sumó la semana pasada la decisión de Macri de derogar el decreto de Cristina Kirchner que devolvía a las provincias la retención del 15 por ciento de los fondos coparticipables, medida tomada a partir del fallo de la Corte Suprema que le devolvió ese porcentaje a Córdoba, Santa Fe y San Luis. Ese día los que reaccionaron fueron Carlos Verna (La Pampa), Juan Manzur (Tucumán), Omar Gutiérrez (Neuquén) y Alberto Weretilneck (Río Negro), que amenazan con presentaciones judiciales masivas junto a otros gobernadores.

La bronca aumentó hoy cuando el gobierno de Macri casi duplicar el porcentaje de la coparticipación que recibe la Ciudad de Buenos Aires, pasando del 1,40% actual a 3,75%. En la práctica, la medida le generará a la Ciudad una tajada extra de casi 17 mil millones de pesos en 2016. "El aumento tiene que ver con los fondos correspondientes al traspaso de la Federal", se atajó Horacio Rodríguez Larreta.

El primer gobernador peronista en salir fue Carlos Verna. El pampeano no es el único enojado, pero aprovechó una visita a la Casa Rosada para pegarle a Macri. "Yo dije y se enojaron en mi provincia: Macri habla mucho de federalismo pero es unitario. Creo que esta es una clara demostración de lo que digo", lanzó.

Verna se refirió a la pelea por la devolución del 15% a las provincias y reiteró que irá a la Justicia si no hay respuestas. "Si no hay un acuerdo por supuesto que voy a demandar. Yo ya en una carta documento le dije al ministro (Rogelio Frigerio) de la necesidad de discutir si me pagan el 15 por ciento o me pagan la deuda. Si no me pagan el 15 por ciento o la deuda, tendremos que ir a la Corte Suprema, pero no es mi intención ir a la Corte. Mi interés es acordar. Y la pregunta es: ¿cómo me van a pagar?", planteó.

"Yo creo que es razonable que haya un intento de pagar. Si ellos verifican el déficit que nosotros tenemos del año pasado y me lo pagan todo junto, es una manera de empezar a pagar. También pueden anticiparnos los fondos de este año. Se hizo con Chaco, se hizo con Santa Cruz y con otras provincias, no en éste, pero sí en otros gobiernos", insistió el gobernador pampeano.

Por último, también aclaró que el responsable por la deuda fue su antecesor, Oscar Jorge, que no hizo los reclamos a Cristina Kirchner. "Nosotros estamos en condiciones de demandar a la Nación y obtener un fallo al igual que lo obtuvieron San Luis, Santa Fe y Córdoba. ¿Por qué no lo hicimos? Porque el gobernador le tenía miedo a la presidenta", chicaneó.