Gabriela Michetti empezó hoy con los despidos formales de los ñoquis del Senado mediante telegramas, el paso formal para que no puedan volver a entrar al Congreso.

La vicepresidenta había anticipado su intención de echar a 2035 empleados nombrados durante los últimos meses de la gestión de Amado Boudou, mediante tres decretos que suspenden los emitidos por su antecesor.

El mecanismo fue cuestionado por los gremios, sobre todo por Norberto Di Próspero, de la Asociación de Personal Legislativo, que consideró “una aberración jurídica” echar empleados vía decreto de la presidencia de la Cámara.

Michetti pareció escucharlo y hoy empezó a enviar telegramas de despido casa por casa de los ñoquis. La primera tanda fue de 200, pero mañana seguirá.

Di Próspero mantuvo esta tarde una tensa reunión con el secretario administrativo del Senado, Helio Rebot, con el objetivo de reducir el número inicial todo lo posible.

Pero no la tiene fácil. Como adelantó LPO, la semana pasada, Michetti abrió una definición para reducir la cantidad de cesanteados, pero por ahora esa revisión no dejó definiciones. 

Di Próspero aspira a reducirla y por ahora prefiere no frenar la negociación. “Nos encontramos en plena negociación con las autoridades de la Cámara. Por ahora no vamos a llevar adelante ninguna medida de fuerza”, sostuvo al salir del despacho de Rebot.