Matías Álvarez Dorrego es un nombre poco conocido en la política porteña pero fundamental en el armado jurídico de Horacio Rodríguez Larreta.

Así como Mauricio Macri se valió de personajes como Daniel “Tano” Angelici y Fabián “Pepín” Rodríguez Simón para operar en la Justicia porteña, Larreta confió en Álvarez Dorrego para manejar el fuero Contencioso y Administrativo.

Ese fuero le bloqueó la gestión a Macri durante los primeros meses de su mandato, cuando recibía amparos en contra hasta para construir un paso bajo nivel.

Fue en ese entonces cuando el ahora presidente se valió de la muñeca de Angelici y Pepín para amaestrar a los jueces del fuero contencioso, lo que le permitió terminar su primer mandato y transcurrir el segundo sin grandes trabas para la obra pública.

Ahora Larreta encontró en Álvarez Dorrego a su cerebro jurídico, tal como hace Macri con Pepín, que le redactó los decretos para nombrar jueces en la Corte Suprema y para liquidar el Afsca. Se trata de un abogado de 39 años que también trabajo en el fuero penal de la Ciudad y es de la máxima confianza del jefe de gobierno.

Dorrego tiene una relación muy fluida con el jefe de gabinete, Felipe Miguel, y fue designado al frente de la Agencia Gubernamental de Control (AGC).

A través de ese cargo, el joven abogado oficiará de recaudador del jefe de gobierno, puesto que el gigantesco organismo es el que entrega las habilitaciones para los locales e inspecciona obras en la Ciudad, lo que supone una caja millonaria.