Después del papelón del sábado, cuando las autoridades nacionales, santafesinas y bonaerenses habían confirmado la “detención” de los tres prófugos que en realidad era uno solo, esta mañana finalmente la Policía de Santa Fe detuvo a Christian Lanatta y Víctor Schillaci a 500 metros de donde habían agarrado a Martín Lanatta.
La noticia fue revelada por el vicegobernador Carlos Fascendini. "Los dos prófugos están detenidos por la policía de Santa Fe. Los han detenido las Tropas de Operaciones Especiales de la provincia de Santa Fe en cercanías de Cayastá, esto es reciente", afirmó el funcionario en diálogo con radio Del Plata.
Pero Fascendini no se limitó sólo a dar la primicia y también cuestionó duramente a las autoridades del Ministerio de Seguridad de la Nación, a cargo de Patricia Bullrich, que habían decidido prescindir del apoyo de la fuerza local, por las sospechas de vínculos con el narcotráfico. De hecho, el jueves pasado cuando los delincuentes fueron descubiertos en la provincia, la Policía santafesina no lo supo hasta varias horas después, como anticipó de LPO.
"La Provincia de Santa Fe fue siempre relegada en los operativos", afirmó el vicegobernador, que agregó que recién “se le comunicó cuatro horas después que estaban buscándolos en San Carlos”. "Quizá los resultados hubieran sido distintas si los operativos se hubieran coordinado", criticó.
La tensión entre Nación y Santa Fe se agigantó el sábado con el papelón de la confirmación de los tres detenidos, que estalló cuando las autoridades santafesinas salieron a aclarar que ellos solo tenían confirmada la detención de Martín Lanatta y las otras habían quedado en manos de Nación. Cuando quedó claro que no los tenían, empezaron las acusaciones cruzadas y desde la Rosada empezaron a apuntar al ministro de Seguridad santafesino, Maximiliano Pullaro, como quien dio por hechas las tres detenciones.
Ante esto, el vicegobernador Fascendini salió a defender a la fuerza provincial y culpó al Ministerio de Seguridad de la Nación por las fallas en el operativo. "La policía de Santa Fe ha trabajado comprometida con este asunto desde el primer momento. Tal es así que cayó el primero, en una circunstancia que no se lo esperaba. La provincia está a disposición de colaborar con el gobierno nacional, pero ha habido algunas cuestiones que tienen que ver con una coordinación no muy organizada. Tal vez los resultados hubieran sido positivos mucho tiempo antes", lanzó.
Fascendini dejó en claro que las autoridades locales estaban disconformes con el rumbo del operativo federal, que en ningún momento se consideró importante el conocimiento del terreno que podían aportar los agentes santafesinos. La inexperiencia sobre el terreno quedó en claro el primer día, cuando los pobladores tuvieron que explicarle a las autoridades las características de la zona.
Con su sorpresiva primicia, el vicegobernador dinamitó también la posibilidad de que Bullrich o su segundo Eugenio Burzaco pudieran ser los encargados de dar una noticia que necesitaban dar para tratar de tapar el papelón del sábado. De todos modos, la ministra estaba viajando esta mañana a Santa Fe.
Las detenciones
De acuerdo a las primeras versiones, efectivos de las Tropas de Operaciones Especiales (TOE) encontraron, cerca de las 7 de la mañana, a Lanatta y Schillaci en un molino arrocero ubicado a apenas unos 500 metros de donde el sábado habían atrapado a Martín Lanatta. Aparentemente, los dos prófugos tomaron como rehén a un empleado del molino -ubicado en la ruta provincial 1-, y tenían armas largas.
Lo llamativo es que el sábado pasado, después de la detención de Lanatta por parte de la policía santafesina, las fuerzas federales -que habían montado un “cerco” a cien kilómetros del lugar- se trasladaron a la zona de Cayastá y desplegaron un fenomenal operativo por aire, tierra y agua. Pero no encontraron a los prófugos que estaban a apenas unos 500 metros.
A pesar de que oficialmente se informó que el operativo era casa por casa, según los testigos los prófugos se habrían quedado desde el mismo sábado en el molino arrocero, que estaba cerrado. No deja de sorprender que las fuerzas federales no hayan advertido que un lugar cerrado en las cercanías de la primera detención podía servir para que Lanatta y Schillaci se ocultaran.
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No creo muchachos, esto es una gota de lavandina en un pozo negro..
Parecería... que este informativo on line es parte de una campaña para ridiculizar al gobierno no K, si es así , no se donde o quien va a informarnos con la verdad