Cristina Kirchner reaparecerá el mes que viene para relanzarse en la pelea política con el objetivo de convertirse en el principal contrapunto de Mauricio Macri, en momentos en el que el Partido Justicialista empieza a prepararse para la discusión sobre la nueva conducción.

La ex presidenta prepara su regreso y la excusa será el lanzamiento de una fundación que le servirá como plataforma para hacer política, algo similar a lo que hace Daniel Scioli con la Fundación DAR. La noticia, según confiaron a LPO, fue confirmada por Oscar Parrilli a intendentes kirchneristas ansiosos por lograr alguna señal. “Tranquilos muchachos, en febrero vuelve la jefa”, les dijo.

Cristina será la titular de la nueva fundación, y la cúpula sería completada por Carlos Zannini y Parrilli. La entidad tendrá una sede en la calle Rodríguez Peña, a metros del Congreso de la Nación donde la ex mandataria pretende fortalecer a un grupo de diputados y senadores afines, que la ayudarán en su objetivo de marcarle la cancha a Macri.

De hecho, no parece casual que justo hoy se haya filtrado en las redes un video de Cristina donde se le acerca gente supuestamente espontánea y la saludan generando un momento emotivo (ver video).

Como sea, esto sucede cuando el peronismo empieza a discutir su nuevo liderazgo -de cara a las posibles elecciones de mediados de año-, en un en momento donde se percibe la falta de conducción, a la luz de las internas surgidas en la provincia de Buenos Aires (con la ruptura en el Senado y la tensión en Diputados) y el Congreso.

A pesar de los chispazos, en la reunión de esta semana entre intendentes y legisladores bonaerenses la enorme mayoría coincidió en que es más negocio estar unidos y no hacerle el juego al PRO con la división, que es la intención de Macri y Vidal. De hecho, prima la idea de descartar -por ahora- una ruptura del Frente para la Victoria, que en algún momento surgió con el objetivo de recuperar al PJ. Al respecto, fue muy criticado Alejandro Granados por su explosivo discurso contra el FPV y Cristina.

La idea de legisladores e intendentes tiene que ver con lo práctico, más que con las convicciones políticas. Si se mantienen abroquelados tienen más posibilidades de sacarle mayores réditos a la negociación con Vidal. Fue lo que pasó en la discusión por el endeudamiento, que terminó con promesas de varios millones para obras en los municipios.

La pelea por la conducción

Justamente esa reunión fue una muestra para los intendentes -que se autoconvocaron sin ningún guiño del cristinismo- de la recuperación de su poder, después de años de responder ciegamente a la Casa Rosada. Pero más allá de eso, todos reconocen a Cristina como una jugadora fundamental. De hecho, quedaron impactados por la movilización del 9 de diciembre, que logró sin que ningún intendente o sindicalista aporte gente. Esa movilización aplacó los intentos de rebeldía.

A pesar de eso, los intendentes creen que sea cual sea el nuevo líder del peronismo, viene una etapa más horizontal, donde hasta Cristina deberá meterse en la discusión política fina con ellos y los legisladores.

Scioli quiere ser candidato a senador en el 2017 y desde ahí reconstruir su proyecto presidencial. Por eso, se mostró en la Bristol entre la gente.

Por otro lado aparece la figura de Scioli, que no termina de convertirse en líder del peronismo bonaerense. Tras la derrota en las elecciones, el ex gobernador quedó golpeado pero ya empezó a trabajar en su idea de ser senador en 2017. Aunque lo miran de reojo –y algunos reprochan que se borró de la pelea por el presupuesto-, los intendentes saben que el ex motonauta sigue siendo uno de los peronistas que más mide y su aparición en las pobladas playas marplatenses no pasó desapercibida. No hay muchos que puedan hacerlo.

La tercera vía sería la aparición de una figura nueva, encarnada por Juan Manuel Urtubey. Pero el salteño no termina de seducir a los dirigentes peronistas, y tampoco ha caído bien su discurso más duro con Cristina que con Macri. Hoy se lo vincula más con algunas figuras que se mudaron al Frente Renovador, que con el FPV.

En ese contexto, el principal problema que tiene el peronismo hoy por hoy es que no tiene una figura indiscutida ante la sociedad para marcarle la cancha al PRO, y no termina de definir su perfil de oposición ante un Macri que avanza con decretos rompiendo todo lo que puede de la herencia kirchnerista.