La canciller, Susana Malcorra, anticipó que la instrucción de Mauricio Macri fue no contestar el incendiario discurso de la canciller venezolana, Delcy Rodríguez, que acusó al presidente argentino de liberar a los genocidas y torturadores de la Dictadura, como "primer mendida" de su gobierno.

"La canciller tenía información errónea y el presidente decidió que no era necesario contestarle", dijo Malcorra en un breve diálogo con la prensa luego de finalizada la cumbre del Mercosur de Asunción.

Malcorra reconoció que su par de Venezuela "reaccionó de manera muy fuerte", al pedido de Macri a Nicolás Maduro en su discurso ante el pleno de presidentes, de que libere a los presos políticos que mantiene encarcelados el régimen chavista.

"El Presidente estaba preocupado por la mala información de la canciller", agregó Malcorra, que se esfuerza por ser muy cuidadosa en sus expresiones. La canciller no quiso precisar si iniciará un trabajo diplomático para desescalar la tensión con el régimen chavista y se limitó a decir que su idea es avanzar con "encuentros bilaterales" con todos los países de la región, incluida Venezuela.

Reconoció sin embargo que hoy quedó claro que en el Mercosur hay "visiones distintas", pero enfatizó que la idea del gobierno de Macri es "profundizar la integración económica".

La canciller reveló además que en la cumbre se acordó una declaración "especial" no contenida en la declaración de los presidentes, en la que se da curso al pedido de Paraguay de crear un organismo especial que siga la situación de los derechos humanos en los países miembros del bloque. Se trata de una movida que apunta a crear una herramienta institucional para lidiar con el régimen chavista y su política de criminalización de la oposición.