La campaña del miedo pasó de largo y ahora, reculando, los intendentes K del Conurbano empiezan a hacer buenas migas con el macrismo.

Jorge Ferraresi recibió a Martiniano Molina y a Néstor Grindetti y hasta hubo foto, en un gesto dialoguista que también a dirigido a la tropa propia: el peronismo provincial redefine por estos días su estrategia de oposición luego de perder las elecciones a manos del PRO.

Con la excusa de un encuentro institucional entre intendentes de distritos vecinos, el influyente jefe comunal de Avellaneda mandó un mensaje a sus pares del Conurbano, acaso en línea con Fernando Gray, Mariano Cascallares y Martín Insaurralde, que ya marcan la cancha del PJ bonaerense con propuestas superadoras a las de Fernando Espinoza.

Del encuentro participó también la diputada nacional y ex candidata del PRO en Avellaneda, Gladys González, que encabeza ahora una oposición local por lo visto “madura” y de diálogo con el intendente. 

Una de las espadas de González en el Concejo Deliberante será Sebastián Vinagre, el Defensor del Pueblo saliente que se ubicó como primer concejal en la lista de Cambiemos.

Fueron parte de la charla, además, el presidente del HCD, Hugo Barrueco, y el secretario de Gobierno local, Pablo Vera.

La municipalidad informó que durante “el encuentro conversaron sobre la actualidad de estas tres comunas vecinas y concordaron en trabajar articuladamente en aquellas cuestiones que beneficien a los vecinos de cada una de ellas, y de la región en general”.

La recepción de agasajo de Ferraresi con el PRO es entendible: la provincia y la nación serán gobernadas por el macrismo y para llevar adelante las obras fundamentales en los distritos se requiere buena línea con estas autoridades.

Ferraresi fue reelecto en Avellaneda, mientras que Molina y Grindetti, ambos de Cambiemos, lograron acceder a las intendencias de Quilmes y Lanús.