La decisión está prácticamente tomada, pero faltan esos detalles que el Diablo conoce tan bien. Mauricio Macri impuso a Federico Pinedo como presidente provisional del Senado, el tercer lugar en la línea sucesoria, con la misión de guiar a su amiga Gabriela Michetti en la difícil conducción de un Senado, tenido de peronistas.

Como explicó LPO, Miguel Pichetto comunicó la semana pasada que no buscará ocupar ese lugar pese a que el peronismo tendrá quórum propio, pero pidió como condición que no sea elegido Julio Cobos. "Cualquiera menos el traidor de Cobos", explicó pedagógico el rionegrino.

El otro candidato natural era el pampeano Juan Carlos Marino, quien desde que ganó la interna de Cambiemos en agosto gestionó ese cargo vía Enrique “Coti” Nosiglia, su histórico protector.

Marino también tiene una relación cordial con Pichetto y hasta el jueves estaba confirmado como reemplazo del santiagueño Gerardo Zamora.

Pero como relató LPO, ese día Macri levantó el teléfono y aclaró que nunca le había dado el visto bueno a Marino y prefería a Pinedo, su espada principal en Diputados durante los últimos 10 años. La tradición política asistía a Macri, siempre ese lugar fue para el partido de gobierno. Con una lamentable excepción: En gobierno de Fernando de la Rúa los peronistas impusieron a Ramón Puerta y fue el golpe de gracia a su presidencia.

Pero el volantazo de Macri impactó fuerte entre los senadores radicales. Sin conducción desde octubre, cuando Gerardo Morales fue electo gobernador de Jujuy, creyeron que Nosiglia había cerrado a Marino cuando visitó a Macri en la sede del Gobierno porteño.

Parece que no fue así. En el PRO, por las dudas, aseguran que aún resta una negociación final con los radicales para que acepten a Pinedo. El peronismo, con quórum propio, no se va a meter. Sólo pide que no sea Cobos.