Mauricio Macri se inclinaría por la empresaria Isela Costantini para la presidencia de Aerolíneas Argentinas, uno de los casilleros todavía vacíos de la próxima administración, y de este modo rechazaría la propuesta de los radicales, que ofrecían para ese puesto al veterano dirigente Rodolfo Terragno.

Costantini es la presidenta de General Motors de Argentina y de la Asociación de Fabricantes de Automotores (Adefa).

Como explicó este medio, la idea de Macri es que la línea aérea tenga una conducción política y otra técnica, en búsqueda de una profesionalización.

En principio se especuló con que Terragno sería una suerte de CEO político y cumpliría las funciones de Mariano Recalde. Una de las principales dificultades principales de la empresa es el trato con los combativos gremios, a los que a futuro se sumarán los cientos de empleados que sumó La Cámpora.

Los radicales le vendían a Macri el pergamino de Terragno en el sector aeronáutico: durante su gestión como ministro de Obras y Servicios Públicos, el dirigente radical impulsó una política para incorporar capital privado a las empresas estatales. El modelo de Terragno era el de empresas mixtas, al estilo actual de YPF.

Por otro lado, Macri impondría un CEO de perfil técnico que incorporaría del sector privado. LPO había revelado que el líder del PRO pensaba en Fernando Dozo para ese lugar.

El ex gerente de Política Aérea de Aerolíneas Argentinas y ex presidente de la Cámara de Transporte Aerocomercial tiene una pésima relación con los gremios del sector, lo que complicaría y mucho su gestión.

Para designar al CEO técnico de la línea aérea tendrá injerencia el ejecutivo de LAN Argentina, Gustavo Lopetegui, que se asumiría como número dos de la jefatura de gabinete y también tendría un rol en la coordinación del equipo económico.

Lopetegui habría acercado el nombre de Damián Scokin, su antecesor como CEO de LAN Argentina. Tras dejar ese cargo, Scokin asumió como gerente general del Negocio Internacional de LAN, un virtual número dos de la compañía. Justamente el ejecutivo fue pieza clave para la estrategia de internalización de la empresa. Sin embargo, en 2014 se fue y asumió como CEO de Ultrapetrol, una compañía dedicada al transporte industrial.