La gobernación bonaerense recuperó hoy el ritmo que hacía muchos meses había perdido. María Eugenia Vidal ingresó por primera vez al palacio desde donde se deciden las políticas de la provincia y revolucionó la sede de gobierno.

Vidal llegó a las 11 a la gobernación bonaerense, ubicada en pleno centro de La Plata. La acompañaron Hernán Lacunza, Federico Salvai, Julio Conte Grand y Roberto Gigante.

Inmediatamente se armaron reuniones separadas. Scioli y Vidal conversaron en la ‘Sala de Música’ y luego el gobernador saliente llevó a la mandataria entrante a una recorrida por la residencia oficial. Mientras tanto, en paralelo, Lacunza, Salvai, Conte Grand y Gigante mantuvieron reuniones con ministros de Scioli. Entre ellos Alberto Pérez, Silvina Batakis y Cristina Álvarez Rodríguez.

Scioli no habló. El gobernador saliente prefirió no hablar con los periodistas ni mostrarse con Vidal. Al término de la reunión, abandonó el palacio de gobierno dejando al momento en que la gobernadora entrante se disponía a brindar la conferencia de prensa.

Pero las primeras definiciones importantes llegaron a través de Lacunza, el futuro ministro de Economía, quien aseguró que “no se va a reducir la planta de trabajadores estatales”.

Además agregó que está previsto enviar el presupuesto 2015 entre el 10 y 15 de diciembre a la Legislatura para que sea aprobado antes de fin de año. "Lo necesitamos, es una herramienta fundamental para la gestión", dijo.

Pero además, Lacunza volvió a insistir con un déficit de 15.000 millones de pesos que heredarán de la gestión sciolista. Ese número molesta a Batakis que evitó tomar contacto con la prensa durante toda la mañana.

Según trascendió, Scioli le ofreció a Vidal utilizar el Salón de Usos Múltiples para brindar una conferencia de prensa. La mandataria entrante aceptó el convite y respondió algunas preguntas. Allí aseguró que Scioli se comprometió pagar los salarios de noviembre antes del cambio de mando y aclaró que será el nuevo gobierno quien buscará las herramientas para pagar diciembre con aguinaldos.

Además llamó a Buenos Aires como "una provincia difícil" porque "necesita de la ayuda del gobierno nacional para cerrar sus gastos cada año". Scioli le transmitió, dijo, que la Provincia "tiene un 70 por ciento de recursos propios y un 30 por ciento de recursos de la Nación" por lo tanto "hay un déficit que resolver".

Finalmente, ratificó que apenas asuma convocará a "todos los gremios docentes para un diálogo que incluya las paritarias y la agenda de trabajo de los próximos cuatro años" en la que se discuta "en conjunto qué escuela pública queremos para la provincia".