Cristina Kirchner profundiza por estas horas la pelea con el peronismo, incapaz de registrar el cambio del escenario tras la derrota del domingo. Con apenas días por delante en el poder, quiere dejar atornillado en los pocos cargos que tendrá la ahora oposición, a sus incondicionales.

LPO reveló hoy que pretende designar como presidente de la Auditoría General de la Nación a Aníbal Fernández, inmune a los catastróficos efectos políticos que causó para el peronismo su postulación como candidato a gobernador de la provincia de Buenos Aires.

Ahora, convocó de urgencia a los diputados del Frente para la Victoria a una reunión para mañana a las 18 horas en la Quinta de Oivos, donde piensa exigirles que voten la continuidad de Juliana Di Tullio como jefa de un bloque, que cuando asuman los nuevos diputados tendrá 98 bancas y con los aliados será la primera minoría.

La otra exigencia de la Presidenta es que Axel Kicillof no sea discutido como presidente de la Comisión de Presupuesto, un cargo que por tradición tiene la fuerza del Gobierno de turno.

Debería saberlo Cristina, porque entre 2009 y 2011, sin mayoría en Diputados, impuso al frente de esa comisión al santafesino Gustavo Marconato, quien trabó como pudo todos los proyectos incómodos para su gestión.

Cristina Kirchner y Axel Kicillof.

Este intento de Cristina de imponer su decisión justo antes de dejar la Casa Rosada, enardeció a los gobernadores peronistas que la responzabilizan en gran medida de la derrota electoral por sus insufribles cadenas nacionales y la imposición de candidatos rechazados como Carlos Zannini y el propio Kicillof.

Los gobernadores no quieren ni oír hablar de la ultra kirchnerista Juliana ddi Tullio y proponen al sanjuanino José Luis Gioja. El problema, es que tal como adelantó LPO, el ex gobernador está más interesado en un cargo partidario, que en lidiar con un bloque que será muy heterogéneo.

Uno de los operadores de este grupo es Juan Manuel Urtubey, aunque pocos creen que su diputado Pablo Kosiner, actual vicejefe de bloque, quiera destronar a Di Tullio. Cristina quiere evitar que empiece el poroteo para ver quien junta más votos. Y se los dirá mañana mismo.

La sesión preparatoria está convocada para el 3 de diciembre pero se pasaría al 9 por retrasos administrativos. La Presidenta quiere que ahí mismo se garantice a Di Tullio en el bloque y a Kicillof en Presupuesto.

Di Tullio tiene otro problema más urgente. No sabe si reúne quórum para la sesión convocada para el jueves, con temas de mucho interés para Cristina como la ley que crea la sociedad del Estado con Yacimientos Carboníferos de Río Turbio, que hoy tuvo dictamen de comisión.

La nueva sociedad tendría acciones compartidas entre la Nación y Santa Cruz y un 10% para los trabajadores. Una forma de darle el control a la gobernadora Alicia Kirchner.

Julián Domínguez recibió esta tarde a diputados de toda la oposición, que ayer pidieron suspender las sesiones hasta que asuman los electos en octubre. El presidente de la Cámara aclaró que el abrirá la sesión del jueves pero no está buscando quórum, tarea que recae en Di Tullio y, al parecer, también en Cristina.