María Eugenia Vidal fue contundente esta mañana respecto de la transición en el gobierno bonaerense. En pocas palabras, habló de “acelerar” ese proceso y destacó como prioridad “definir el estado económico y financiero" de la provincia.

Sucede que en el PRO hay malestar por la actitud del sciolismo respecto de la transición. “No podemos perder el tiempo, estamos a 10 días hábiles y no vemos interés por parte de Scioli”, dijo a LPO una fuente del macrismo.

Por eso, Vidal llegará el miércoles a la reunión con parte de lo que será su gabinete. Estarán Hernán Lacunza (Economía), Federico Salvai (Gobierno) y Juan Curutchet (hoy confirmado al frente del Banco Provincia).

LPO adelantó que la transición estaba completamente paralizada. Desde el triunfo de Vidal el 25 de octubre hasta el balotaje del domingo existieron apenas algunas reuniones a las que los funcionarios sciolistas acudieron sin información alguna.

Según trascendió, en esas reuniones los emisarios de Scioli pidieron que el la transición no se mezcle con la campaña del balotaje. El macrismo aceptó ese pedido, pero en todo el fin de semana no hubo comunicación alguna y recién hoy Vidal pudo confirmar una reunión con Scioli para el miércoles.

“Estamos perdiendo días que son clave. Nosotros necesitamos avanzar en conocer al detalle las cuentas públicas y el estado de las negociaciones con los sindicatos”, aseguran desde el PRO.

Tanto Scioli como su ministra de Economía, Silvina Batakis, aseguran que dejan una provincia desendeudada. Pero desde el macrismo dicen todo lo contrario. Lacunza advirtió en varias oportunidades que el déficit que deja la administración sciolista será el eje de la polémica durante los próximos días y asegura que el déficit será de unos 15.000 millones de pesos.