En su primer día como presidente electo, Mauricio Macri no descartó sumar a Argentina a la Alianza del Pacífico, el bloque comercial que integran Chile, Colombia, México y Perú.

En la conferencia de prensa que brindó en La Usina del Arte de La Boca, el líder del PRO advirtió que “hay que darle vitalidad y recuperar la dinámica en el Mercosur, avanzar en los convenios con la Unión Europea y converger con la Alianza del Pacífico".

De esta manera, Macri ya marcó diferencias con los países de gobiernos populistas que integran el Mercosur, reacios a los acuerdos con la Alianza del Pacífico, que tiene un esquema económico "pro mercado".

Justamente Macri recordó hoy que recibió llamados de los presidentes que integran esa Alianza, como el colombiano Juan Manuel Santos, el mexicano Enrique Peña Nieto y la chilena Michelle Bachelet, con quien habló de intensificar la relación entre Argentina y el país trasandino.

Los primeros en felicitar a Macri fueron el mexicano Peña Nieto y el colombiano Santos, dos de los principales líderes en Latinoamérica de la Alianza del Pacífico.

"Soy un admirador del pueblo chileno, de todos los avances y progresos, y de su calidad institucional. Vamos a trabajar para unificar la matriz energética e incrementar los intercambios, a fin de converger todos en un bloque más amplio", añadió.

“Queremos tener, construir, afianzar buenas relaciones con todos nuestros hermanos de Latinoamérica y el mundo", sostuvo Macri, que dijo además que desea que Brasil sea el "primer" destino del exterior una vez que asuma.

De hecho, hoy se supo que la presidenta brasileña Dilma Rouseff, llemó esta mañana a Macri y lo invitó a viajar al país vecino. El presidente electo podría ir a Brasilia incluso antes de asumir el próximo 10 de diciembre, porque siguiendo una tradición de los últimos presidentes argentinos, el primer viaje al exterior suele ser al gigante vecino.

La puesta de Macri es clara. Recuperar la relación con Brasil, pero alejar a la Argentina del eje chavista y abrir la economía a un esquema más amplio de acuerdos, como hicieron precisamente Chile y México, por ejemplo.

En ese sentido, Macri cargó hoy nuevamente contra el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela. "Vamos a invocar la cláusula democrática" contra Caracas, advirtió el jefe de gobierno, que ya había adelantado que rompería relaciones con Maduro.

Si bien dijo que su intención es "construir buenas y previsibles relaciones con todos los hermanos latinoamericanos y el mundo en general", de Venezuela condenó los "abusos" contra los opositores y sobre la libertad de expresión.

"Es evidente que corresponde que se aplique la cláusula democrática, son (situaciones) claras y contundentes, no son un invento. Es claro lo que está pasando en Venezuela y no tiene que ver con el compromiso democrático que hemos asumido los argentinos", comparó.

La cláusula democrática del Mercosur establece que "en caso de ruptura del orden democrático", los socios "promoverán las consultas pertinentes entre sí y con el Estado afectado". 

Si esas consultas fracasan, los socios podrán aplicar sanciones, que van "desde la suspensión del derecho a participar en los distintos órganos de los respectivos procesos de integración, hasta la suspensión de los derechos y obligaciones emergentes de esos procesos".